Haz click aquí para copiar la URL
España España · barcelona
Voto de avanti:
7
Comedia. Fantástico Los fantasmas que habitan en un viejo palacio hacen todo tipo de trastadas y disparates para evitar la venta de su vivienda, pues, en caso contrario, se quedarían en la calle. (FILMAFFINITY)
31 de mayo de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fantasmi a Roma (Fantasmas en Roma) (1961), dirigida por Antonio Pietrangeli, guión del mismo director junto a Sergio Amidei, Ennio Flaiano, Ruggero Maccari y Ettore Scola, la música del genial Nino Rota y la fotografía de Giuseppe Rotunno, nos deja una muestra absoluta de la ‘Commedia all’italiana’ que tanto éxito cosecho a lo largo de cuatro largas décadas.

Para un director como Pietrangeli involucrado en el cine inicialmente como escritor de reseñas cinematográficas, pasando posteriormente a guionista y director, no le debió resultar complicado rodar la esplendida Fantasmas en Roma entre una filmografía propia no demasiado extensa aunque interesante en su contenido.

El príncipe Annibale Di Roviano (Eduardo de Filippo), vive en su desvencijado Palacio Roviano, al que por su aspecto, parece que no le queda mucho tiempo conservando su estructura original, el paso de los siglos ha transformado el edificio en una vieja reliquia donde habitan ilustres fantasmas con un denominador común: haber muerto violentamente; así, nuestros etéreos inquilinos viven a través de los tiempos en comunidad y buena armonía, enfrentándose, una vez más, a nuevas amenazas de derribo proveniente de los mortales, para lo que han decidido organizarse, intentando que no se convierta en realidad la amenaza de la constructora.

Entre los muertos encontramos a Fray Bartolomeo (Tino Buazzelli), fantasma con más de cuatro siglos de edad, representa el equilibrio y la sobriedad en el grupo; Reginaldo Federico Gino (Marcello Mastroianni) libidinoso conquistador de mujeres, inquieto y travieso hasta el fin de los tiempos; Flora (Sandra Milo) eterna enamorada romántica y soñadora, Poldino (Claudio Catania) inocente y travieso niño que él solito se buscó su propio destino; y, finalmente, recién llegado del mundo de los vivos el príncipe Annibale Di Roviano, muerto reciente y hermano menor de Poldino ; un grupo de personajes de la más pura tradición italiana de la comedia que se han de enfrentar al problema que los vivos plantean, para lo que piden ayuda al iracundo pintor Caparra (Vittorio Gassman) temperamental pintor del seiscientos cansado de que su obra sea confundida con la de un tal Caravaggio.

Entre los vivos vemos a Federico (Marcello Mastroianni) príncipe heredero del palacio con pocos deseos de seguir la tradición, influenciado en parte por Eileen (Belinda Lee) cuyo único objetivo es la riqueza, creyéndola ver en el heredero Federico; Gino (Marcello Mastroianni) forma parte de la última hornada de descendientes con alguna marcada diferencia física de dudosa procedencia.

Otros personajes de esta deliciosa comedia, lo completan Carletta (Ida Galli) displicente secretaria con un dudoso ritmo de trabajo; Tollandi (Claudio Gora) el ingeniero encargado de ejecutar la obra de demolición del edificio; Randoni (Mario Maresca) el profesor de arte abierto pecuniariamente a reconocer la autoría de un fresco del XVI, descubierto bajo un falso techo en el edificio donde Caparra ha intervenido a petición de sus amigos fantasmas y admiradores de su obra, arruinando así el voraz futuro de Eileen.

Antonio Pietrangeli completa el singular cuadro coral con algunos personajes propios del entorno social en el que se desarrolla la historia (que no va mucho más allá del número 12 de la Glorieta de la Paz), entre los cuales: Nella (Franca Marzi) la atenta patrona del restaurante donde Federico suele comer, y Regina (Lilla Brignone) perturbado personaje, querido y respetado por todo el barrio. Entretenida película de agradable visionado.
avanti
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow