Mierda en estado puro defecada por el "famosillo" actor Crispin Glover, célebre por su papel de padre de Michael J. Fox en "Regreso al Futuro". Toda esta patraña (llamarla "película" haría que el mismísimo Gandhi saliera de la tumba para vengarse y matar a Glover) es una interminable sucesión de gilipolleces sin el menor sentido en el que vemos a actores con síndrome de down vestidos de bailarina, un blanco pintado de negro que dice que es Michael Jackson, unas tías con caretas de mono desnudas y muchas más bizarradas y tonterías que supuestamente es cine surrealista. Basura auténtica que merece estar en la lista de los peores esperpentos jamás filmados, una verdadera gilipollez que no sé qué demonios debió fumarse Crispin Glover para realizarla. Y lo más grave de todo es que... ¡ha ganado premios! Si a partir de ahora premian aberraciones sin sentido alguno como esta el cine acabará por llegar a su más horripilante extinción.