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Voto de potnia:
7
2010
6,4
500
Documental
Documental creativo sobre los nuevos paradigmas de género e identidad. Lazlo Pearlman es un artista, un prestigiador de los clichés, un activista capaz de dinamitar nuestros prejuicios y dogmas sobre sexo e identidad. Lo que en apariencia es una divertida reflexión sobre las mentiras en nuestra vida sexual se convierte de pronto en un punzante discurso sobre la teoría de género y la permanente construcción de nuestra identidad. Fake ... [+]
22 de agosto de 2011
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando comienza la película con un concurso de orgasmos, piensas : "Es divertido, pero ¿cuánto pueden alargar esto?". Obviamente no toda la película puede ir en torno a los orgasmos, las causas que obligan a su fingimiento...
La película aprieta las tuercas: todos fingimos, todos hemos aprendido a fingir para salir adelante en la sociedad. Las chicas tienen que jugar a las muñecas, les tiene que gustar maquillarse y llevar tacones, tienen que estar monas, comportarse bien y sentarse con las piernas juntitas. Los chicos juegan con camiones o al fútbol, no lloran, son valientes. Tenemos los roles muy bien repartidos, y nos ajustamos a ellos.
El punto clave de todo esto es que todos escondemos nuestra otra mitad en mayor o menor medida, ocupados de clasificarnos como hombre-mujer y a partir de aquí el resto de binomios: de izquierdas-de derechas, rico-pobre, Barça-Madrid, playa-montaña, etc.
La película es una clara defensa para romper las etiquetas que tanto le gustan a las sociedad para identificarnos. Nunca somos una sola cosa en concreto: somos "personas".
La película aprieta las tuercas: todos fingimos, todos hemos aprendido a fingir para salir adelante en la sociedad. Las chicas tienen que jugar a las muñecas, les tiene que gustar maquillarse y llevar tacones, tienen que estar monas, comportarse bien y sentarse con las piernas juntitas. Los chicos juegan con camiones o al fútbol, no lloran, son valientes. Tenemos los roles muy bien repartidos, y nos ajustamos a ellos.
El punto clave de todo esto es que todos escondemos nuestra otra mitad en mayor o menor medida, ocupados de clasificarnos como hombre-mujer y a partir de aquí el resto de binomios: de izquierdas-de derechas, rico-pobre, Barça-Madrid, playa-montaña, etc.
La película es una clara defensa para romper las etiquetas que tanto le gustan a las sociedad para identificarnos. Nunca somos una sola cosa en concreto: somos "personas".