Demzel Washington es un genio. Viendo una a una todas sus películas, se da uno cuenta de que lleva la actuación en la sangre. “The bone collector” no es ninguna obra maestra, pero es un thriller bastante solvente, muy entretenido y que hace pasar un buen rato a los aficionados a este género, a pesar de ser algo convencional y previsible.

El protagonista de “Estado de sitio” interpreta aquí a un detective forense que se ve postrado en cama, paralítico, tras sufrir un grave accidente laboral. Como Javier Bardem en “Mar adentro”, su interpretación se limita a su rostro, algo nada fácil para un actor. Aun así, su personaje sigue manteniendo la capacidad de liderazgo y dotes de mando, hasta el punto de que dirige toda una dificilísima investigación desde su habitación.
La construcción de personajes no es que sea demasiado profunda, aunque tampoco es el objetivo de Philip Noyce, que apuesta más por la faceta comercial, con gran resultado, pues la película fue número 1 en taquilla USA.

Angelina Jolie, antes de ser tan mundialmente famosa (¿se ha comido el personaje VIP a la actriz?), está más que correcta y creíble como una incipiente agente de policía, con un gran potencial. Fue su primer éxito comercial, y recibiría el Oscar por la interpretación ese mismo año en “Inocencia interrumpida”. Queen Latifah, que nunca pasa desapercibida, tiene un pequeño papel de enfermera.

Aunque no aporta demasiado en la explotada figura del psyco-killer, se sigue con cierto interés dentro de una narración fluída, de manera que constituye un buen entretenimiento palomitero.