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Voto de Gabriel Ufa:
8
7,6
3.753
Drama. Cine negro
Cuando el segundo marido de Mildred Pierce (Joan Crawford) es asesinado, la policía la interroga. La mujer cuenta cómo ha sido su vida desde que se casó por primera vez y cómo se ha sacrificado para proporcionar a su hija (Ann Blyth) todas las oportunidades que ella nunca tuvo. (FILMAFFINITY)
26 de febrero de 2009
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Melodrama "noir" encabezado por una inconmensurable Joan Crawford, rodeada de una serie de actores formidables. El argumento, basado en la novela de James M. Cain, es perfectamente entendible y nítido a pesar de sus giros, lo cual es de agradecer. Los guionistas hicieron modificaciones sobre la novela para darle una tonalidad más negra, de tal manera que la película deja ver su condición híbrida entre melodrama y cine negro.
El film obtuvo un notable reconocimiento por parte del público. Estuvo entre las 10 más taquilleras del año, además del Oscar conseguido, merecidamente por Joan Crawford, de las 6 nominaciones que obtuvo.
La produjo Jerry Wald para la Warner; después haría "La senda tenebrosa" (1947), "Cayo Largo" (1948) o "Los sobornados" (1953), casi nada.
La película está formada en forma de flash-back, creando una expectación por saber qué ha pasado. El ritmo que insufla Michael Curtiz, sobre todo en los compases iniciales, es trepidante, en donde se suceden los fundidos y los travellings.
A medida que vamos conociendo la historia, nos va intrigando más. El ascenso económico y el reconocimiento social de Mildred no tiene correspondencia con su parcela sentimental debido a su problemática hija.
Con sus 40 primaveras, Joan Crawford aparece atractiva. Esta actriz de raza, demuestra que es una todo terreno: lo mismo le da hacer de ama de casa, incansable camarera o esa gran señora locamente enamorada, todo ello a la perfección. Todos los hombres del film caen rendidos a sus pies (maravillosa escena de la chimenea).
Pero la película no es sólo Joan Crawford. Su hija, Ann Blyth, merecidamente nominada al Oscar, no podría estar mejor, en un papel muy jugoso para cualquier actriz joven (la primera elección fue Shirley Temple).
Contiene varios elementos de cine negro: voz en off, flash-back, fotografía expresionista, algunos diálogos realmente notables ("¿Cómo le gusta la copa? Inofensiva" o "¿No me silba? Necesitaría la sirena de la policía").
Mención especial merece la fotografía a cargo de Ernest Haller, digna de las mejores películas de cine negro, con multitud de sombras, luces tenues, estudiados claro-oscuros, que dan forma (junto con la música de Max Steiner) a los intensos momentos dramáticos que la sufrida Mildred Pierce va pasando, a pesar de lo cual nunca pierde la esperanza.
Muy recomendable.
El film obtuvo un notable reconocimiento por parte del público. Estuvo entre las 10 más taquilleras del año, además del Oscar conseguido, merecidamente por Joan Crawford, de las 6 nominaciones que obtuvo.
La produjo Jerry Wald para la Warner; después haría "La senda tenebrosa" (1947), "Cayo Largo" (1948) o "Los sobornados" (1953), casi nada.
La película está formada en forma de flash-back, creando una expectación por saber qué ha pasado. El ritmo que insufla Michael Curtiz, sobre todo en los compases iniciales, es trepidante, en donde se suceden los fundidos y los travellings.
A medida que vamos conociendo la historia, nos va intrigando más. El ascenso económico y el reconocimiento social de Mildred no tiene correspondencia con su parcela sentimental debido a su problemática hija.
Con sus 40 primaveras, Joan Crawford aparece atractiva. Esta actriz de raza, demuestra que es una todo terreno: lo mismo le da hacer de ama de casa, incansable camarera o esa gran señora locamente enamorada, todo ello a la perfección. Todos los hombres del film caen rendidos a sus pies (maravillosa escena de la chimenea).
Pero la película no es sólo Joan Crawford. Su hija, Ann Blyth, merecidamente nominada al Oscar, no podría estar mejor, en un papel muy jugoso para cualquier actriz joven (la primera elección fue Shirley Temple).
Contiene varios elementos de cine negro: voz en off, flash-back, fotografía expresionista, algunos diálogos realmente notables ("¿Cómo le gusta la copa? Inofensiva" o "¿No me silba? Necesitaría la sirena de la policía").
Mención especial merece la fotografía a cargo de Ernest Haller, digna de las mejores películas de cine negro, con multitud de sombras, luces tenues, estudiados claro-oscuros, que dan forma (junto con la música de Max Steiner) a los intensos momentos dramáticos que la sufrida Mildred Pierce va pasando, a pesar de lo cual nunca pierde la esperanza.
Muy recomendable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La trama tuvo que ser dulcificada en lo referente a Veda y su padrastro, ya que el incesto estaba rigurosamente prohibido por el código Hays.
¿Hasta dónde puede llegar el amor de una madre por su díscola hija, más aún después de haber perdido a su otra hija pequeña?
- Es capaz de comprar todo tipo de caprichos, arriesgando su matrimonio
- Es capaz de permitir que su hija se avergüence de su profesión de camarera
- Es capaz de pagar las deudas de la niña con sus empleados
- Es capaz de casarse con el hombre a quien no quiere, para tener a su hija más cerca y hacerla felíz
- Es capaz de aguantar/perdonar que la niña se líe con ese mismo hombre
- Es capaz, finalmente, de declararse culpable por el asesinato que la despechada jovencita ha cometido para cumplir su condena por ella
Todo por el amor de una hija.
¿Hasta dónde puede llegar el amor de una madre por su díscola hija, más aún después de haber perdido a su otra hija pequeña?
- Es capaz de comprar todo tipo de caprichos, arriesgando su matrimonio
- Es capaz de permitir que su hija se avergüence de su profesión de camarera
- Es capaz de pagar las deudas de la niña con sus empleados
- Es capaz de casarse con el hombre a quien no quiere, para tener a su hija más cerca y hacerla felíz
- Es capaz de aguantar/perdonar que la niña se líe con ese mismo hombre
- Es capaz, finalmente, de declararse culpable por el asesinato que la despechada jovencita ha cometido para cumplir su condena por ella
Todo por el amor de una hija.