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Voto de Palomitasconchoco:
3
Comedia. Fantástico Tras pasar el peor día de su vida, el reportero de televisión Bruce Nolan desafía a Dios reprochándole lo mal que está administrando el mundo. Dios acepta el reto, le otorga todos sus poderes y lo conmina a hacerlo mejor que Él. (FILMAFFINITY)
31 de julio de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia familiar efectiva y efectista, que basa su historia en el increíble y poco convincente relato de un periodista local, Bruce Nolan (Jim Carrey), que tiene la oportunidad de convertirse en Dios todopoderoso tras sufrir el peor día de su vida, por obra y gracia del Señor interpretado por Morgan Freeman. Al margen de la escasa credibilidad que se le puede otorgar a la historia en su propia concepción el mayor problema que le encuentro a la película es su excesivo tacto, su blanca contención narrativa en un afán de no molestar a los creyentes ni enfadar a la iglesia. El resultado es una historia, nimia, pueril, lleno de gags, algunos bastante buenos, otros directamente bochornosos (un buen guionista puede dar mejor uso a los poderes de Dios que el de hacer que un mono salga del culo de una persona) pero que cumple sobradamente su poco talentoso objetivo, el de hacer reír con los recursos más básicos.

Si lo que busca es no pensar mucho y pasar una tarde entretenida, esta es su película, pero si quiere llegar más allá le diré que el guión es desmedido, que las escenas se dilatan en su narrativa intentando prologar la carcajada muy por encima de la temporalidad que requiere la historia y que en general es exagerada y poco inteligente, pues no ofrece reflexión alguna ni pone de manifiesto ninguna realidad, ni siquiera de forma secundaria.

Como protagonista Jim Carrey en su papel de siempre, histriónico y exagerado dando uso a sus poderes celestiales. No diré que su actuación es buena, pero sí que cumple a la perfección con lo que le exige el guión, una gestualidad hiperbólica, movimientos de saltimbanqui, y fogosidad en las expresiones y diálogos para lograr el efecto mimético de una risa enlatada. El Jim Carrey de siempre vamos, ni más ni menos, al que sus payasadas no pueden librar de su carisma en pantalla.

En el resto de papeles, poca oportunidad para lucirse para Morgan Freeman (Ya hay que ser cafre para que un guionista no de oportunidad de lucirse al mismo Dios) en un papel de divinidad ‘molona’ y de poca trascendencia y una Jennifer Aniston correcta dentro del poco aplomo que da el ser la novia de… donde sólo hay que acentuar el cariz romántico de su interpretación, cosa que logra.

Los pocos argumentos teológicos en los que se detiene la película (al menos intenta desarrollar el concepto de libre albedrío) resultan además bastante repetitivos y siempre con mucho cuidado de no herir sensibilidades, lo que al final resulta pasteloso.

En definitiva una película divertida, sí, pero nada más.

http://palomitasconchoco.wordpress.com
Palomitasconchoco
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