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Voto de Ignatius Reilly:
6
Intriga. Cine negro. Drama Una mañana, Jeffrey Beaumont (Kyle MacLachlan), después de visitar a su padre en el hospital, encuentra entre unos arbustos una oreja humana. La guarda en una bolsa de papel y la lleva a la comisaría de policía, donde le atiende el detective Williams (George Dickerson), que es vecino suyo. Comienza así una misteriosa intriga que desvelará extraños sucesos acontecidos en una pequeña localidad de Carolina del Norte. (FILMAFFINITY)
7 de agosto de 2017
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vale que el cine de Lynch se caracterice por su onirismo y surrealismo, vale que la película comience con una cautivadora metáfora que opone el mundo supuestamente ideal en el que vivimos con el sustrato podrido y oculto sobre el que se asienta, vale que tanto el montaje, sonido y cámara sean impecables; pero que esta película tenga una nota tan alta y tan buenas críticas es una tomadura de pelo que sólo se explica por las ínfulas de los pseudoculturetas que quieren destacar sobre el "vulgo" buscando simbolismos y metáforas hasta en las patas de las sillas del decorado.

El argumento es simple y sin giros, más propio de un telefilme de los domingos que de una película de culto. Antes del minuto 40 "ya se ha vendido todo el pescado", a partir de ese punto por mucho que se espere no va a haber ningún hecho inesperado que cambie el desarrollo de la trama, lo que produce un tedio creciente a medida que avanza el film. Pero donde más falla el guión no es en su planeza, sino en que está lleno de agujeros, personajes sin desarrollar y subtramas sin cerrar (se desarrolla en spoiler). Sumado todo ello a unas actuaciones bastante normalitas.

En cuanto a la atmósfera de submundo oscuro y putrefacto que pretende transmitir Lynch, tampoco acaba de funcionar como debería ( quizás elegir para ello la noche de un pueblo perdido de 20.000 habitantes no fuera lo más adecuado). Salvo el pasillo del bloque de pisos de Dorothy y el club de Ben, el resto de ambientes se pueden encontrar en cualquier película de cine negro. Tampoco parece que el antagonista, Frank, sea la viva encarnación del mal en la tierra sino más bien es un matón de barrio histérico , drogadicto, propenso a la violencia y las parafilias. Mención aparte merece la banda de Frank, que parecen sacados de una Nochevieja de finales de los 70.

Un 5 por el clima tétrico que transmite algunas veces, y un 6 por la música de Badalamenti y las canciones de Bobby Vinton y Roy Orbison (hay que reconocer que Lynch para esto es bueno).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ignatius Reilly
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