Película que nos llega bajo el sello de Netflix, la cual narra la odisea de una chica australiana en su afán por recorrer el mundo en un bote ella sola, con el objetivo de convertirse en la más joven en lograr dicha proeza. Durante su viaje, se nos irán mostrando breves flashbacks que desvelan el ímpetu y coraje de Jess desde que era una niña.

La palabra que mejor puede describir la cinta es correcta (como muchas de las que forman parte del catálogo de la plataforma de streaming, dicho sea de paso). Cumple en el apartado de las actuaciones, fotografía, dirección... Pero hasta ahí. El guion no profundiza demasiado en los riesgos que supone para una adolescente embarcarse en un viaje de esas características, ni se le saca todo el jugo al sufrimiento por parte de su familia... En ese sentido, el tono empleado es ligero y bastante familiar, salvo algún toque dramático llegado el tercio final; no es una película que termine de conmover ni de despertar grandes sentimientos en nosotros, siendo honestos. El CGI se queda bastante justito en algunas escenas en las que intervienen las tormentas, aunque no es tan cantoso como en otras producciones.

Por lo demás, nos deja, eso sí, algún plano bonito de la noche estrellada, una interesante versión de "Starman" de David Bowie y una actuación protagonista notable por parte de Teagan Croft, quien carga con el peso de la trama con suficiencia. Anna Paquin, por su parte, cumple con su rol de madre protectora y Cliff Curtis no está tampoco mal como el mentor de la joven Jess.

Correcta, entretenida y simple. Una de esas películas que no pretende ir más allá de sus posibilidades y cuya única función es contar una historia interesante de un modo sencillo.

Nota final: 5 alto.