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España España · Barcelona
Voto de polvidal:
8
Intriga. Drama Por tercera vez en tres semanas, Jake ha huido de la escuela y ha subido a una torre de teléfonos, exactamente a las 3:18. Su padre, Martin (Sutherland) va a por él pero sus problemas acaban de empezar: una asistenta social, Clea Hopkins (Gugu Mbatha-Raw) ha sido enviada para investigar si Martin es capaz de hacerse cargo de su hijo Jake, autista, pero con una misteriosa capacidad para las matemáticas que le llevará a hacer conexiones ... [+]
9 de febrero de 2012
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La idea no es nueva. Esa premisa de que todos estamos interconectados de alguna manera ya la explotó J.J. Abrams de forma fallida en Seis grados o Mimi Leder en Cadena de favores, película que guarda muchas similitudes con el último estreno de la cadena Fox. Es un argumento manido, aburrido si quieren, sobre todo para los que sospechamos que el único que marca su destino es uno mismo. Pero si la incredulidad no impide gozar de la ciencia ficción, los prejuicios iniciales tampoco evitan que Touch se convierta desde el primer minuto en toda una experiencia audiovisual.

Pocos pilotos pierden minutos de la carta de presentación para mostrar su cabecera. Sin embargo, los responsables de esta serie preestrenada la semana pasada en Estados Unidos decidieron sabiamente incluirla. Su impresionante belleza formal recuerda por momentos al inabarcable derroche de imágenes del documental Baraka. Una espiral de diminutos elementos en movimiento acelerado que ejemplifica perfectamente el espíritu ambicioso y global de esta producción.

Porque la cabeza pensante que hay detrás del invento es todo un experto en grandes hazañas. Pocos retos se le resisten a Tim Kring, quizá el único consista en lograr una continuidad a la altura de sus espectaculares premisas. Consiguió dejarnos con la boca abierta dándole un giro al género de superhéroes para luego bajarnos el listón de manera estrepitosa con las siguientes temporadas de Héroes. Ahora corremos el mismo peligro con Touch. Una vez hemos picado el anzuelo, veremos si es capaz de sacarnos con éxito del entuerto.

Mención aparte merece Kiefer Sutherland, esa especie de Bruce Willlis del siglo XXI, que regresa a la pequeña pantalla tan sólo un año después de dar por finiquitada la serie que lo alzó al estrellato, 24. Como ocurriera con el ex de Demi Moore, el actor demuestra que es capaz de superar el rol de tipo duro. Con Touch nos presenta a un padre desesperado capaz de cualquier cosa por recuperar a su hijo. La unión con el pequeño y los vínculos numéricos entre seres anónimos de todo el planeta suponen, de momento, la dosis perfecta para la adicción. Esperemos a marzo, cuando la serie se emita con regularidad, para comprobar si alcanzamos el mono.
polvidal
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