La aquí rebautizada como "Chanson d'amour" es probablemente una de las propuestas más estimulantes que uno puede encontrar ahora mismo en la cartelera y en general en lo que va de año. Porque señores, dejémoslo claro desde el principio, Giannoli es un gran director, gran guionista, Depardieu da una lección interpretativa así como si nada y Cécile de France es otro talento galo al que el tiempo le dará la relevancia que merece. "Quand j'etais chanteur" (esto si que es un titulo señores traductores de pacotilla) es un melodrama romántico, un encuentro entre dos personajes aparentemente opuestos, un cantante cincuentón que ha dejado atrás mejores tiempos y glorias y una joven vendedora inmobiliaria que pasa por dificiles momentos personales. Se conocen y en la misma noche se acuestan. !Qué gran acierto de guión señores! Porque después todo el film, lo que viene, es un romance imposible, a media voz, donde ya no hay más sexo y sí complicidad y deseo oculto. Vaya, que rechazamos lo obvio y creamos un mundo de posibilidades sentimentales más atrayente por lo original y fresco del tema. El reparto de canciones es fantástico, alguno dirá que hay demasiadas pero Giannoli las dosifica y les da el tiempo y el ritmo acertados. Si la resumimos a dos líneas tal vez sea una historia ya vista anteriormente pero hay que darle el beneplácito del conjunto, y señores, ¡qué final!. Ahora preguntense porque pasa tanto tiempo sin estrenarse películas apasionantes como ésta.