Cuando se habla de crisis en el cine italiano actual debe ser porque Italia, ya se sabe, tiene un pasado de artistas que por méritos propios ingresaron con mayúsculas en la historia del cine (Fellini, Rossellini, Passolini...) que hacen las comparaciones odiosos hoy en día. Lo cierto es que, observando una pequeña parte (lo que llega lo hace con cuentagotas y en este caso ni eso porque aún la esperamos en España) sobresalen películas recientes como "La mejor juventud", "Las llaves de casa" o "L'ultimo baccio" por citar algunas a un nivel que ya quisieramos por aquí más a menudo. "La bestia nel cuore" entra en ese grupo de sopresas italianas (para mí por lo menos que no conocía la obra de Cristina Comencini) por muchos motivos. Y es que, si cogemos el argumento por separado tal vez tengamos carne de telefilm (mujer que descubre por sueños y por su hermano mayor que ambos de niños sufrieron abusos de su padre) pero viendo el film, en contadísimas ocasiones tenemos sensación de ver un melodrama forzado, al contrario, es drama, sí, pero del bueno. Comencini (algo de herencia habrá tenido) sabe dosificar drama y humor, sabe otorgar a los 6 o 7 personajes principales su tiempo, escenas en las que los conocemos mejor y sabe sobre todo planificar y rodar con sabiduría un tema muy delicado con secuencias memorables (esa escena del tren impactante). Y los actores, afortunados ellos, tienen material para dar auténticos recitales. Y allí esta Mezzogiorno con el papelazo de su vida, Alessio Boni y Luigi Lo Cascio (nuestros amigos del mencionado film de Giordana) y una Angela Finocchiaro inmensa. En pocas palabras, un film emotivo sin sentimentalismos baratos.