Con este reencuentro amiguetil (27 años después) Patrice Leconte ocupa (y todo parece que será definitivo) el número 1 de la taquilla francesa del 2006. En España no se ha seguido muy de cerca esta saga, tal vez este género de comedias (e igual pasa en Italia o en nuestro país) tan particulares de su nación de orígen no sea tan fácilmente exportable. No veo porqué no debería hacerlo este "Les Bronzés 3. Amis pour la vie" pues poca importancia tiene no conocer los films precedentes. La acción se lleva a cabo en Cerdeña en el hotel propiedad de uno de los personajes, Popeye, interpretado por Thierry Lhermitte. Hasta allí llega todo el resto de la troupe, grandes actores del cine galo realizando esperpénticas (y la mayor parte del tiempo divertidas) interpretaciones. Gérard Jugnot no llevando muy bien que su hijo sea gay, Michel Blanc portando una gran variedad de pelucas a cual más llamativa, Marie-Anne Chazel con un pecho enorme, Josiane Balasko, Ornella Muti, Caterina Murino, Christian Clavier... Pocos podrían decir no a la llamada del director. Es cierto que no todo funciona a la perfección, las tramas de infidelidades están muy vistas, la intriga con la "bestia" no acaba de cuajar o el hecho de que los personajes sumidos en un ritmo trepidante estén contínuamente alzando la voz hasta enervar. No estamos acostumbrados al Leconte cómico, más bien nos suele sumergir en dramas, románticos, etc... pero aquí ha dejado que los actores principales se ocupen de los diálogos y el guión y eso aporta mucha frescura. Amén de un fantástico e ingenioso final. "Les Bronzés 3" es un film recomendable para una tarde de entretenimiento si bien siendo justos, preferimos al Leconte en su versión dramática.