Buena película, accíón, intriga, suspense, excelentes actores y una magnífica dirección. Esta crítica sería normal si hubiese visto la película, pero no, no la he visto. Estoy esperando que salga este mes para alquilarla en quizás el único videoclub que queda en España.
Me permito esta licencia y entendería que no la publicasen con el único fin de reivindicar la figura del amigo Jaume, al que no veo aparecer ni en los Oscars ni siquiera en los Goyas, en programas de televisión dedicados al llamado Séptimo Arte, o en mini entrevistas cinematográficas.
Y la cuestión es la siguiente, director español/catalán con varios números unos USA y en el resto del mundo, quizás más que el idolatrado Spielberg, pero que aquí en nuestra bendita España parece ser que confirma la máxima de que nadie es profeta en su tierra.
Batiendo el récord de más de cien millones de dolares en repetidas veces, cosa inusual hasta para directores USA consagrados, me permitiría recordar lo siguiente. Convirtió una película de serie B como La casa de cera en un blockbuster rural, hizo de La Huérfana un thriller nada convencional con un final digno del sexto sentido, emuló al eterno Alfred en Sin identidad, transformó un avión casi en un ascensor en la claustrofóbica Non-Stop, manipuló un duelo actoral Liam-Ed en la espléndida Una noche para sobrevivir y finalmente convirtió un islote en la isla de Alcatraz para la bellísima Blake mientras la azotaba un engendro digital en Infierno Azul.
Con esto, sólo pretendo indicar que me parece excelente que en España se idolatre a Almodóvar aunque no haya hecho una buena película desde la magnífica Volver, o a Amenábar perdido en una mística Regresión desde Ágora, e incluso a Bayona que ha demostrado con sus dos películas posteriores que gran parte del éxito de El orfanato radicaba en su excepcional guión.
Por último, sólo mencionar, que Jaume trabaja con presupuestos ajustadísimos en comparación con otras producciones USA, que la mayoría de los excelentes actores de sus películas rebajan sus cachés sólo por trabajar con él (Liam, Ed, Vera, Blake......) y que pese a quien pese es una máquina de fabricar dólares.
En fin, sólo espero que la cuarta parte de la trilogía Jaume-Liam, como la del dolar de Leone, esté a la altura de las demás, cosa de la que estoy seguro.
Me comprometo a hacer mi crítica de El pasajero en cuanto la vea, lo considero justo, pero también me gustaría recordar a los medios españoles dedicados a esta gratificante labor del mundo del cine, que Jaume también existe, aunque su cine comercial, quizás fugaz e incluso palomitero no sea del agrado de los sagrados críticos españoles empeñados en ensalzar películas cuyo único mérito es que nadie las entiende.
Jaume, Dios salve al Rey.