Es una comedia al estilo italiano de todos los tiempos, lo cual quiere decir que también lo es al estilo español. El humor se consigue planteando una situación romántica o algo dramática para, a continuación, ir introduciendo equívocos que vayan complicando la trama hasta llegar al final previsto aunque hayas estado esperando el imprevisto. Este tipo de comedias utiliza gags que deben tener contentos a todo tipo de espectadores, por eso en la sala, en un momento se oyen risas de un lado y en otro momento de otro, y todo el mundo contento sin llegar a ningún tipo de compromiso. Lo que le pasa a este tipo de comedia es que puede ser clasificada por una parte como machista homofóbica y por otra como mariconada gay. Pero al final todos se han reído en algún momento. No se requiere más que un director que sea un profesional sin necesidad de que sea un artista, y unos actores que den el registro necesario para confundir al espectador sin técnicas de escuela; Pere Ponce es un buen exponente. Y la música debe ser pegadiza y a ser posible introduciendo alguna canción conocida. ¡Qué bien hace esto Pedro Almodóvar! Aquí, lógicamente, tratándose de una película italiana de temática gay tenía que ser Mina.