Ya era hora de que me encontrara en las películas de temática gay protagonistas jóvenes con la cara llena de acné y con la piel llena de imperfecciones. ¡Caray! que estamos hablando de jóvenes homosexuales y no de modelos para porno gay. La verdad es que los dos protagonistas de esta historia no lo hacen mal del todo, a pesar de no ser auténticos profesionales. Tampoco es profesional el director, que quiere dejar constancia de que está haciendo cine al margen de los circuitos comerciales y se pasa un rato. La cámara en mano es un signo de independencia, véase “dogma”, pero moverla de forma exagerada y continuamente puede llegar a molestar. Los enfoques-desenfoques están muy bien para indicar que uno no traga con todas esas lentes que son tan artificiosas, y quiere dar la naturalidad del enfoque del ojo humano, pero repetido hasta la saciedad y sin venir a cuento, cansa. Seguimos con “dogma”, poca música y se agradece porque uno ya se siente un poco alterado con toda la “naturalidad” de la imagen, pero la iluminación y la fotografía tienen que estar mas cuidadas para que se vea bien lo que ocurre. A pesar de todo, me ha gustado la película porque utiliza un guión inteligente sobre la simpleza en la actuación de estos dos casi adolescentes. La crítica a la sociedad hipócrita está muy bien traída y bien expresada, aunque al final intente poner algo de moralina, pero como no se pasa, se puede perdonar en lo que sería un defecto de juventud. No me arrepiento de haberla visto y no me importaría verla otra vez.