Una vez más funciona en el cine una historia de amor, en este caso con un menor que se enamora de un hombre mayor que él. La oposición de los padres del menor a que mantenga relaciones con el adulto le llevarán a muchas y desagradables experiencias que irá superando por sus deseos de vivir. Aquí se plantea de una forma descarnada pero con sinceridad, si la sociedad puede admitir la relación entre un menor y un adulto, a pesar de ser una relación consentida. No olvidemos que el adulto ingresa en la cárcel donde se conocerán por abuso sexual de menores. La familia tiene un protagonismo muy importante en estas relaciones y en realidad depende de los padres el devenir del menor. En blanco y negro, la fotografía nos va dando los nuevos descubrimientos del menor que se ve acorralado por una sociedad intolerante y opresiva. La interpretación de los actores hace muy creíble la historia y llegas a quererlos y a querer ayudarles. La música y sobre todo la ambientación en la cárcel y en el reformatorio crean un clima del que el espectador está deseando salir, pero con los protagonistas.