Comedia intrascendente cuya única gracia radica en los diálogos, pero son tan abundantes que llegan a cansar. Como escena auténticamente cinematográfica, es decir el chiste se expone con imágenes, tenemos las relaciones de ella con el pintor que además resultan lo más erótico de la película. El tema es conocido: una mujer que quiere quedarse embarazada, en este caso heredará una herencia, y recurre a su amigo homosexual para que sea el padre biológico. La novedad está en que por fin la chica no es una lesbiana que recurre a este método. Entran y salen personajes, pero ninguno nos ayuda a conocer mejor a los principales, y uno acaba pensando que son tontos. Si no la ves, no te pierdes nada, en ningún aspecto.