Pocas veces me he salido de una sala de cine antes de que terminara la proyección y si se trataba de un video, en una, dos o más veces he terminado de ver la película. En este caso no podéis imaginaros lo que he sufrido, teniendo que retroceder para averiguar quien era quien y cual era la relación con los demás personajes. Tengo que decir que yo para las fisionomías orientales soy muy malo y ellos se me parecen todos y ellas son para mi casi iguales. Si a esto añadimos que el director de fotografía desconoce la importancia de la iluminación para la buena visión de las escenas lo tenemos “claro”. Pero realmente es el director el que tiene que llevar todo el peso de la realización y por lo tanto, en este caso, es el culpable de este desaguisado. Parece estar más pendiente de sacar los cuerpos de los protagonistas masculinos en plan bonito y posturitas eróticas.