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España España · Palm mar
Voto de Del Mar:
9
Documental En Uganda, una nueva enmienda permitirá castigar a los homosexuales con la pena de muerte. David Kato –el primer hombre de Uganda en “salir del armario”- y sus compañeros activistas trabajan a contrarreloj para derrocar esta legislación mientras luchan para sobrevivir a las continuas persecuciones. Pero nadie, ni siquiera los directores/productores, está preparado para el fatal asesinato que llevará al movimiento a su auge y se ... [+]
10 de septiembre de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Uganda un homosexual será condenado a 7 años de cárcel y si alguien sabe de la homosexualidad de una persona y no lo denuncia en 24 horas, será castigado a 3 años de cárcel. Ante esta perspectiva, realizar un documental como este es sumamente arriesgado. Solo por el valor que tienen quienes lo han realizado, este documental ya debería ser considerado de máximo interés, aparte consideraciones cinematográficas, que también están bien, teniendo en cuenta las personas y el material con los que se podía trabajar, y muy particularmente la fotografía. Cuando los políticos, los militares, los jueces, y gran parte de los religiosos, se ponen en contra de una causa, es muy difícil que los derechos humanos puedan sacar adelante esta causa. Pero siempre cabe la posibilidad de que la verdadera justicia actúe y en ello confían muchas personas que sufren las injusticias, en este caso David Kato. Insisto, cinematográficamente no se puede considerar técnicamente un buen documental, pero sociológicamente es uno de los mejores documentales que se hayan podido hace en defensa de los derechos de los homosexuales en todo el mundo. Me ha gustado especialmente la libertad en la que se expresan por palabras y por gestos, especialmente por los gestos, los homosexuales de Uganda, a pesar de esa situación tan adversa que tienen en su país. Ahí quisiera ver yo a aquellos liberales que se manifiestan en los días del orgullo gay en los países donde la homosexualidad no es un problema. Y así mismo quisiera yo ver a los obispos cristianos comprometerse tanto por los derechos de los homosexuales como el obispo Christopher Senyonjo. Altamente recomendable.
Del Mar
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