Moscas, insectos alados. El pobre de Brundle no sabía lo que hacía cuando decidió teletransportarse sin estar al 100% de facultades mentales por una ingesta desmesurada de alcohol. Así que, por el hecho de estar un poco mosca, se convirtió en mosca.

La transformación de Brundle se muestra en todo su esplendor en cada una de sus fases gracias a una extraordinaria labor de maquillaje sobre Jeff Goldblum en lo que es uno de los puntos fuertes de la película.

A diferencia de la secuela, esta cinta se centra más en el suspense que en el terror, se centra más en el comportamiento del hombre-mosca y en sus cambios tanto físicos como de comportamiento por lo que es más película que la continuación.

Tiene escenas bastante impactantes como uno de los sueños de la chica, en la que da a luz a una larva, pone los pelos de punta. Los efectos especiales son muy buenos también, para ser una película de hace 25 años ya.

A pesar de que está bien hecha, me deja un poco frío ya que se tarda bastante en producirse la fusión de hombre y mosca que es el eje principal de la película. Es entretenida pero tampoco creo que sea mucho más, aunque se eleva por encima de la media.