Película hecha a medida de víctimas del edarling y demás estrategias de marketing, que hacen de la fantasía y las frustraciones, el negocio redondo. Hitch es eso: un edarling personal o como lo llaman ahora "coacher".

Pero a mí que me chiflan las mates y la fría lógica del sentido común, prefiero hacer caso del Equilibrio Nash.

El Equilibrio Nash consiste en hacerse preguntas lógicas: ¿Cuánto tiempo permanecerá el producto/(hombre-mujer) manteniendo su "precio" en el despiadado mercado del amor? Si el precio es demasiado alto, el producto se pasará de moda y nadie lo comprará, pero también si la demanda es muy fuerte, el producto aumentará su precio artificialmente dándole una falsa impresión que luego un buen abogado matrimonialista, (trader) sabrá poner en su sitio. "La fantasía se ha vuelto realidad y cuanto más real es, con más desesperación se desea" (Gekko dixit) Puro capitalismo mezclado con narcisismo.

El señor Hitch se pasa media película pagafanteando porque sólo pagafantean los que les sobra el tiempo. Cuando no tienes tiempo de hacerte pajas mentales, valoras cada momento como si fuera oro y aprendes a sacar partido de lo que merece la pena y lo que no: ese es el verdadero Equilibrio Nash, (Saldos de suma cero).

En resumen: comedia más simpatética que simpaticona.