Producción independiente estrenada directamente en videoclub y que gozó de cierta repercusión siguiendo la senda de la llamada "mad max explotation", sólo que ésta vez no son los italianos los que se encargan de llevar a cabo otro copy/paste del clásico de George Miller.

La "Mad Max explotation" fue un cúmulo de cientos de producciones de origen italiano que trataban de seguir la moda iniciado por Miller: confeccionar cintas de serie "b" o "z" basadas en sociedades post-apocalypticas y que en el fondo no eran más que otra vuelta de tuerca al género del Western, pero ahora en vez de combatir a los nativos americanos, éstas cintas trataban el tema de la Guerra Fría y de un holocausto nuclear, (ese era la coda de los 80's: bombas nucleares, aniquilación, soviéticos y radiación)

Por tanto, no sobra decir que Phoenix the Warrior es otro extenuante ejercicio de acción, boggies, desiertos, vixens semi desnudas armadas hasta los dientes, mutantes y un argumento casi inexistente. A saber: tras una guerra bacteriológica, la humanidad está prácticamente extinguida y lo poco que queda de ella es una tribu de mujeres guerreras lideradas por una Reverenda mutante con un montón de cables chungos por el cuerpo.

Como el género masculino está extinguido, es la propia Reverenda la que se encarga de engendrar nuevas Vixens. Todo hasta que una de ellas nace con un embrión de un varón. Ésta se da a la fuga y es cuando se inicia todo el tinglado de la persecución, tiros y demás esquemas repetidos hasta la saciedad.

Es una película de presupuesto tercermundista, sin pretensión alguna más que llenar el hueco de la estantería del videoclub. Sólo que en éste caso, si la cinta es hoy por hoy recordada, es gracias a su único reclamo: el inmenso y misterioso póster donde aparecía la Reverenda: daba mal rollo y si lo que buscaban era llamar la atención, lo consiguieron de sobra.