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Voto de rosolina:
5
5,7
565
Serie de TV. Animación. Aventuras. Fantástico. Ciencia ficción. Infantil
Serie de TV (1989-1990). 1 temporada. 26 episodios. Serie enmarcada en el género de la fantasía y la ciencia-ficción que transcurría en el Doble Sistema Solar, donde el temible Idún pretende encontrar la Corona Mágica con la que gobernaría todos los planetas. Pero sus planes serán desbaratados por un valiente guerrero llamado Zalk, que no estará solo en su lucha. (FILMAFFINITY)
17 de febrero de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
…la nostalgia no puede esconder sus errores ni el análisis actual menospreciar todos sus aciertos, y es por eso me resulta imposible tanto suspenderla como ensalzarla.
LO MEJOR
Fue la respuesta patria a todo ese elenco de series de producción norteamericana, francesa o japonesa que, allá por la década de los 80, entremezclaban los géneros de la fantasía, la magia y la ciencia-ficción en su vertiente de ópera espacial: Flash Gordon (1979), Ulises 31 (1981) Dragones y Mazmorras (1983), He-man (1983), Jayce y los Guerreros Rodantes (1985), etc.
El repertorio de escenarios es variado, estimulante e imaginativo: bosques con arenas movedizas, ciudades en ruinas plagadas de trampas en los suelos y salas anegadas por el agua, laberintos y puertas inter dimensionales, puentes colgantes sobre los abismos, ríos subterráneos con cascadas y remolinos, instalaciones dentro de icebergs que flotan sobre lagos, ... Todo ello aprovechado al detalle e incluso con juegos de perspectiva visual.
El diseño de las múltiples naves que aparecen es muy atractivo (no así el de los vehículos terrestres, bastante toscos para mi gusto).
Entre los artefactos llaman la atención la máquina y el spray con el que Zohak suplanta respectivamente el cuerpo y la voz del príncipe (efecto que otros personajes logran recurriendo a la magia).
Y ojo a dispositivos tan cotidianos hoy en día como el móvil con el que Zohak realiza vídeo llamadas y el Gran Hermano que tiene montado Idun con un sistema de vídeo vigilancia con cámaras en todos los rincones del sistema planetario.
La banda sonora es preciosa y evocadora (¡qué pegadiza es la melodía introductoria a cada capítulo!) y la tipología de letra usada para los títulos es todo un acierto.
Zohak (el visir a las órdenes de Idun, la vil emperatriz) es el verdadero amo de la función. Sin duda alguna el personaje mejor construido y el más divertido en todo momento: cuando se enfada, cuando se achanta, cuando intenta ligar, cuando adula, cuando conspira, cuando fracasa… ¡Todo un espectáculo!
También es una gozada ver en acción a Potok (el bicho verde) en las pocas ocasiones que lo aprovechan como liana, tirachinas e incluso mano loca.
LO PEOR
Aunque pensaba que la serie me había parecido confusa y algo aburrida por ser demasiado pequeño en el momento de su estreno allá por 1989, lo cierto es que incluso ahora como adulto me ha sucedido lo mismo.
El príncipe, la princesa, el mago y el aprendiz son tan sosos que resulta imposible identificarse con ellos.
¡Realmente quieres que ganen los malos!
Lo del mago es de traca. Al principio dice que el poder mágico sólo debe utilizarse en circunstancias excepcionales y para cosas imposibles de obtener por otros medios, y a continuación le ves haciendo una hoguera con su magia. Luego pasa de ser un semi dios que congela enemigos sin despeinarse a tirarse media serie sin usar sus poderes porque no funcionan en ciertos sitios.
En el bando de los villanos llega un momento en el que hay tal cantidad de personajes (comandantes, capitanes, gobernadores de otros planetas, grandes brujos, etc.), que saturan por estar tan poco definidos y empecinarse en una continua conspiración y traición entre ellos mismos.
La trama avanza a duras penas, se ahoga en repetitivos diálogos, le falta acción y los deus ex machina se suceden porque sí. Se nota que la idea original tuvo que ser estirada para llegar a los 26 capítulos que TVE exigía como estándar en aquella época.
Salvo la planta mágica, a la hora de la verdad el resto de objetos no tienen la importancia con la que son presentados: la corona mágica (apenas se la ve el pelo), la escama del dragón (que Hanstor necesita para ser mago pero luego no le sirve para nada), el cristal azul (que si no me equivoco el mago usa para crear un caballo mágico que no utilizan mucho) y el anillo de Idún (que una vez reencontrado se pierde sin que nadie lo eche de menos).
Exceptuando las voces de Idun y Zohak (ejecutadas maravillosamente), el resto de actores que se encargaron de doblar a los personajes parece que lo hubiesen hecho con desgana y desidia.
Pero no fue así, simplemente eran actores de interpretación y no de doblaje y eso se nota muchísimo. No obstante, tienen voces preciosas.
No sé si fue por los numerosos problemas de índole económico y técnico que la producción tuvo que superar, pero el desenlace final me pareció precipitado, abrupto y carente de épica.
Y qué decir de la forma en la que en el penúltimo capítulo los guionistas se quitaron de en medio a ciertos personajes. Imperdonable.
Eso sí, la última escena en la que el mago hace una sutil referencia a la “primavera” deja un buen sabor de boca.
LO MEJOR
Fue la respuesta patria a todo ese elenco de series de producción norteamericana, francesa o japonesa que, allá por la década de los 80, entremezclaban los géneros de la fantasía, la magia y la ciencia-ficción en su vertiente de ópera espacial: Flash Gordon (1979), Ulises 31 (1981) Dragones y Mazmorras (1983), He-man (1983), Jayce y los Guerreros Rodantes (1985), etc.
El repertorio de escenarios es variado, estimulante e imaginativo: bosques con arenas movedizas, ciudades en ruinas plagadas de trampas en los suelos y salas anegadas por el agua, laberintos y puertas inter dimensionales, puentes colgantes sobre los abismos, ríos subterráneos con cascadas y remolinos, instalaciones dentro de icebergs que flotan sobre lagos, ... Todo ello aprovechado al detalle e incluso con juegos de perspectiva visual.
El diseño de las múltiples naves que aparecen es muy atractivo (no así el de los vehículos terrestres, bastante toscos para mi gusto).
Entre los artefactos llaman la atención la máquina y el spray con el que Zohak suplanta respectivamente el cuerpo y la voz del príncipe (efecto que otros personajes logran recurriendo a la magia).
Y ojo a dispositivos tan cotidianos hoy en día como el móvil con el que Zohak realiza vídeo llamadas y el Gran Hermano que tiene montado Idun con un sistema de vídeo vigilancia con cámaras en todos los rincones del sistema planetario.
La banda sonora es preciosa y evocadora (¡qué pegadiza es la melodía introductoria a cada capítulo!) y la tipología de letra usada para los títulos es todo un acierto.
Zohak (el visir a las órdenes de Idun, la vil emperatriz) es el verdadero amo de la función. Sin duda alguna el personaje mejor construido y el más divertido en todo momento: cuando se enfada, cuando se achanta, cuando intenta ligar, cuando adula, cuando conspira, cuando fracasa… ¡Todo un espectáculo!
También es una gozada ver en acción a Potok (el bicho verde) en las pocas ocasiones que lo aprovechan como liana, tirachinas e incluso mano loca.
LO PEOR
Aunque pensaba que la serie me había parecido confusa y algo aburrida por ser demasiado pequeño en el momento de su estreno allá por 1989, lo cierto es que incluso ahora como adulto me ha sucedido lo mismo.
El príncipe, la princesa, el mago y el aprendiz son tan sosos que resulta imposible identificarse con ellos.
¡Realmente quieres que ganen los malos!
Lo del mago es de traca. Al principio dice que el poder mágico sólo debe utilizarse en circunstancias excepcionales y para cosas imposibles de obtener por otros medios, y a continuación le ves haciendo una hoguera con su magia. Luego pasa de ser un semi dios que congela enemigos sin despeinarse a tirarse media serie sin usar sus poderes porque no funcionan en ciertos sitios.
En el bando de los villanos llega un momento en el que hay tal cantidad de personajes (comandantes, capitanes, gobernadores de otros planetas, grandes brujos, etc.), que saturan por estar tan poco definidos y empecinarse en una continua conspiración y traición entre ellos mismos.
La trama avanza a duras penas, se ahoga en repetitivos diálogos, le falta acción y los deus ex machina se suceden porque sí. Se nota que la idea original tuvo que ser estirada para llegar a los 26 capítulos que TVE exigía como estándar en aquella época.
Salvo la planta mágica, a la hora de la verdad el resto de objetos no tienen la importancia con la que son presentados: la corona mágica (apenas se la ve el pelo), la escama del dragón (que Hanstor necesita para ser mago pero luego no le sirve para nada), el cristal azul (que si no me equivoco el mago usa para crear un caballo mágico que no utilizan mucho) y el anillo de Idún (que una vez reencontrado se pierde sin que nadie lo eche de menos).
Exceptuando las voces de Idun y Zohak (ejecutadas maravillosamente), el resto de actores que se encargaron de doblar a los personajes parece que lo hubiesen hecho con desgana y desidia.
Pero no fue así, simplemente eran actores de interpretación y no de doblaje y eso se nota muchísimo. No obstante, tienen voces preciosas.
No sé si fue por los numerosos problemas de índole económico y técnico que la producción tuvo que superar, pero el desenlace final me pareció precipitado, abrupto y carente de épica.
Y qué decir de la forma en la que en el penúltimo capítulo los guionistas se quitaron de en medio a ciertos personajes. Imperdonable.
Eso sí, la última escena en la que el mago hace una sutil referencia a la “primavera” deja un buen sabor de boca.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Idun sale en camisón en el minuto 7 del capitulo 22.
De nada. :)
El príncipe, que se supone que es el héroe, se pasa el último capítulo durmiendo tan pancho… ¡y se despierta sólo a falta de 3 minutos para acabar la serie!
El trato que se dispensa a la princesa es un tanto discriminatorio en el minuto 5 del capítulo 3 y en el minuto 15 del capítulo 5, pero al menos se compensa al final, porque después de todo ELLA es la verdadera heroína al salvar al príncipe en dos ocasiones fundamentales:
-al avisarle del ataque de Idun por la espalda en el minuto 21:30 del penúltimo capítulo.
-al interrumpir el embrujo de Shanapai en el minuto 20:40 del último capítulo.
Por el público al que iba destinada fue una serie blanca en la que nunca hubo sangre ni murió nadie, pero es curioso que haya un momento en el que se narran y visualizan hechos pasados en unas lunas habitadas que fueron completamente aniquiladas.
Para tratarse de un producto español, hubo abundante material promocional a la venta al que se le puede echar un vistazo en coleccionismo80-90.blogspot.com.es, todocoleccion.net y YouTube:
-6 muñecos de ComicSpain,
-3 imperdibles de Alum Juguetes,
-1 álbum de cromos de Bimbo,
-1 álbum de cromos de Clesa,
-1 álbum de cromos de chicles,
-5 tebeos de Salvat,
-1 banda sonora original,
-1 baraja de cartas de Fournier,
-1 videojuego de OMK, que sólo abarcaba hasta el momento en que el príncipe consigue la planta mágica.
-1 novela escrita por Juan Ramón Pina, director y guionista de la serie, publicada en Amazon en 2016.
De nada. :)
El príncipe, que se supone que es el héroe, se pasa el último capítulo durmiendo tan pancho… ¡y se despierta sólo a falta de 3 minutos para acabar la serie!
El trato que se dispensa a la princesa es un tanto discriminatorio en el minuto 5 del capítulo 3 y en el minuto 15 del capítulo 5, pero al menos se compensa al final, porque después de todo ELLA es la verdadera heroína al salvar al príncipe en dos ocasiones fundamentales:
-al avisarle del ataque de Idun por la espalda en el minuto 21:30 del penúltimo capítulo.
-al interrumpir el embrujo de Shanapai en el minuto 20:40 del último capítulo.
Por el público al que iba destinada fue una serie blanca en la que nunca hubo sangre ni murió nadie, pero es curioso que haya un momento en el que se narran y visualizan hechos pasados en unas lunas habitadas que fueron completamente aniquiladas.
Para tratarse de un producto español, hubo abundante material promocional a la venta al que se le puede echar un vistazo en coleccionismo80-90.blogspot.com.es, todocoleccion.net y YouTube:
-6 muñecos de ComicSpain,
-3 imperdibles de Alum Juguetes,
-1 álbum de cromos de Bimbo,
-1 álbum de cromos de Clesa,
-1 álbum de cromos de chicles,
-5 tebeos de Salvat,
-1 banda sonora original,
-1 baraja de cartas de Fournier,
-1 videojuego de OMK, que sólo abarcaba hasta el momento en que el príncipe consigue la planta mágica.
-1 novela escrita por Juan Ramón Pina, director y guionista de la serie, publicada en Amazon en 2016.