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Voto de Benjamín Reyes:
7
Drama. Thriller Frank Molesch, un asesino convicto, aprovecha la oportunidad para huir y se esconde en el bosque. Sin embargo, el asilamiento y la certeza de que es buscado por la policía, lo trastornan y el miedo comienza a agobiarlo. La policía utiliza todos su recursos para encontrarlo; al final, es un detective enfermo quien más se acerca a la verdad. (FILMAFFINITY)
6 de julio de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La lagunera Fundación Cristino de Vera-Espacio Cultural CajaCanarias (C/ San Agustín, 18) concluye el jueves 2 de julio su ciclo de Cine Alemán Actual en colaboración con el Instituto Goethe. El título escogido para clausurar el programa cinematográfico es “Un minuto de oscuridad”, que se podrá ver en versión original subtitulada en español a partir de las 20:00 horas. La entrada será libre hasta completar aforo.
Existe una diferencia abismal entre ver una película y consumir una película. En el primero de los casos el espectador debe de ser mentalmente activo y reflexionar sobre las imágenes que está recibiendo, en la segunda opción, el espectador se limita a digerir un torbellino de imágenes instantáneamente olvidables. “Un minuto de oscuridad” se sitúa en la primera alternativa, ya que plantea un reto intelectual al espectador.
Sentemos las bases del origen de esta película germana. “Un minuto de oscuridad” es un filme concebido para la televisión alemana que surgió en 2007 tras la publicación en la revista “Revolver” de una serie de correos electrónicos entre tres realizadores alemanes, Dominik Graf, Christian Petzold y Christoph Hochhäusler en los que debatían sobre el cine teutón. A raíz de esta publicación los canales Bayerischen Rundfunk, ARD Degeto y WDR les encargan dirigir un proyecto integrado por tres telefilmes, que gravitan sobre tres vidas criminales desarrolladas de diferente manera, que acabarán dando como resultado: "Algo mejor que la muerte”, “No me sigas” y este “Un minuto de oscuridad” que nos atañe, que fue vista por cerca de tres millones de espectadores la primera vez que se emitió en la televisión germana.
El largometraje dirigido por Christoph Hochhäusler tiene un planteamiento sencillo: un presidiario aprovecha la coyuntura de la visita al hospital para despedirse de su moribunda madre para darse a la fuga. El desarrollo va ganando el altura narrativa, ya que su planteamiento es diametralmente opuesto a “El fugitivo” (1993), en la que Tommy Lee Jones se limitaba a perseguir a Harrison Ford, ya que “Un minuto de oscuridad”, aboga por una persecución contenida, sin estridencias que ahonda en el interior de los personajes. Es una película construida a base de silencios, en la que a mitad del metraje se produce un grito mudo que revierte en un giro de trama crucial, propiciando que la huida desaparezca durante diez minutos, profundizando en el espíritu del perseguido. Respecto al reparto, descuella la interpretación de Stefan Kurtz, que con más de sesenta títulos a sus espaldas, compone un desasosegante rol de presidiario. Le secunda, Eberhard Kirchberg, en el personaje de sagaz policía. Reconoceremos su rostro porque apareció en la popular “Good Bye Lenin!” (2003).
“Un minuto de oscuridad” plantea cuestiones inquietantes y muestra secuencias que no dejaran indiferente al espectador como aquella en la que el convicto mantiene un encuentro con una infante en medio de un solitario bosque. Al espectador cinéfilo le vendrán a la cabeza “El cebo” (1958) o “La bahía del tigre” (1959). Ofrece una perspectiva diferente de una persecución, en la que no hay espectacularidad, por lo que se sitúa en la órbita de la reciente película argentina “Betibú” (2014), en la que una investigación policial se refleja como un hecho cotidiano, alejado de piruetas visuales. En definitiva, “Un minuto de oscuridad” es un filme complejo, que no se reduce al visionado del mismo sino que se va rumiando durante días y está abierto a interpretaciones.
Sobre el realizador Christoph Hochhäusler (Múnich, 1972) cabe mencionar que compagina su trabajo de director con el de periodismo cinematográfico, campo este en el que destaca la fundación de la citada publicación cinematográfica “Revolver”. Asimismo, ha dirigido varios largometrajes no estrenados en España como “Milchwald” (2003), “Fal scher Bekenner” (2005), “Unter dir die Stadt” (2010) o “Die Lügen der Sieger” (2014), entre otros.
La trama solo de desvelará al final, ya que “Un minuto de oscuridad” no es una de esas películas de esquema simple y de final predecible por lo que precisa de un espectador curioso que se plantee preguntas y busque respuestas, incluso necesita de sucesivos visionados para llegar a su máxima comprensión. Un diáfano ejemplo de cine que hace pensar y que se constituye en un auténtico abridor de ojos.
Benjamín Reyes
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