“Saturday Morning Mistery” comienza bien porque mezcla un terror ligero con sentido del humor, el problema es que cuando gira hacia el horror puro, la película pierde todo interés porque no tiene nada nuevo que contar y entra en el terreno del terror barato, sin gracia y rodado sin demasiados medios. Las mejores películas de terror son las que manejan los puntos de vista adecuadamente o aquellas que utilizan los tópicos del terror de manera inteligente. En el arranque de “Saturday Morning Mistery” nos da la impresión que es una película menor pero simpática, parece que va a utilizar los tópicos del terror de manera mejor que lo hace y tiene un comienzo descaradamente humorístico como una divertida parodia de "Scooby Doo". El problema es cuando el pretendido terror se apodera del relato y se pierde esos valores diferenciales que hacían que la película fuese simpática o diferente para el espectador. Empieza bien, discurre modestamente y acaba desastrosamente. De todas formas es una película de terror que se deja ver, no es ambiciosa y ofrece casi todo lo que promete.