Esta versión infantil de “Carrie” es interesante y consigue mantener la atención durante todo su metraje. Está muy bien escrita, rodada sin demasiados aspavientos (pero con inteligencia) y bien interpretada. Es de esas películas que sin ser nada especial a primera vista, acaban resultando interesantes. “Dark Touch” es una especie de fabula bien estructurada y mejor resuelta aunque se echa de menos un poco menos de previsibilidad en algunos de sus capítulos. Se nota que la realización está cuidada, todo en “Dark Touch” destila mimo, los actores no actúan así porque si, las escenas no están puestas ahí porque si. La ambientación, los efectos, la música, todo está cuidado y, aunque algunas cosas funcionan mejor que otras, el resultado decanta la balanza hacia lo positivo, sobre todo por ese valiente retrato que hace del terror infantil, huyendo de tópicos y complejos y presentándonos una turbadora historia donde el espectador no encontrará demasiados referentes a los que agarrarse para sentirse seguro. “Dark Touch” no llega a la genialidad de “Stoker” ni a la perfección técnica del remake de “Carrie” pero es un estimable intento de ofrecer un entretenimiento adulto asentado en la turbación infantil.