Si nos acercamos a “#Horror” como una simple película de terror, puede que no encontremos nada nuevo más allá del planteamiento o de que las protagonistas de una película de horror sangriento sean unas niñas. No obstante, si advertimos el subtexto entonces sí que estamos ante una película de lo más interesante en tanto en cuanto su directora utiliza la excusa del terror para soltarnos otra historia realmente terrorífica: los efectos de la tecnología en los niños. Instagram, Facebook, twitter… y bulling. Todo va tan rápido en el universo de estas niñas que ni tan solo los adultos pueden hablar con ellas ni hacerlas entender nada y es en este universo falso que crean a su medida ayudadas por internet que es donde crece el horror más allá del asesino que nos muestra la película. “#Horror” es una película original, bien rodada, elegante y quizás algo lenta. Aunque a pesar de todos sus méritos hay algo que me ha distanciado de ella y no me ha permitido disfrutarla como se merece, quizás sea porque no me la creo, porque el ritmo esta desacompasado o porque uno acaba odiando a esas crías. Desconozco el motivo que me ha alejado de esta buena película. Aunque reconozco que toda la culpa es mía.