Hay muchos motivos para ver esta película, lo principal porque es una buena película, sin mas. Un interesante guion repleto de giros y sorpresas, tiene un ritmo endiablado y además es una gamberrada divertidisima para consumo exclusivo de adultos sin complejos. Pero también hay algún otro motivo que la hace insoportable como puede ser ese sadismo constante y una mala leche cercana al mejor Polanski con aromas de "Funny Games" y "La Huella". ¿Resulta recomendable esta extraña mezcla? Bueno, si ponemos una balanza todo lo dicho anteriormente se decantaría hacia lo que es una "película recomendable". Pero es que, señores y señoras (redoble de tambor) la película es magnifica porque hay un actor David Hyde Pierce que engrandece cada plano en el que aparece. Hay que ser muy actor pero sobretodo tener muchas agallas para enfrentarse a un personaje así y no caer en el mas absoluto de los ridículos. Y David Hyde Pierce no solo salva los papeles sino que hace creíble un personaje esperpéntico a golpe de sutileza. Un actor por el que siento una especial simpatía desde la primera vez que lo vi en "Frasier" hasta que alguien ha tenido la feliz idea de darle un papel protagonista totalmente alejado de lo que había hecho hasta ahora. Y ha dado en la diana. "El perfecto anfitrión" es un recital interpretativo que ahonda en lo mas oscuro del ser humano. Pero lo cruel también puede llegar a ser divertido si sabemos como engañar al espectador. Porque lo que nos pretende explicar la película es que todos escondemos a alguien terriblemente maleducado tras nuestras apariencia de personas amables. Y viceversa...

Es complejo contar de que va la película sin desvelar decenas de sorpresas que suceden a lo largo del metraje, a modo de resumen "The perfect host" cuenta la historia de un criminal quien tras atracar un banco se ve obligado a desaparecer pues su foto aparece en todos los medios de comunicación, para ello se esconde en una casa de una urbanización de lujo donde se encuentra con un encantador personaje al que consigue engañar para que le deje pasar la noche. Pero no todo es lo que parece.

Una película totalmente recomendable para espectadores sin complejos y con ganas de montar en una montaña rusa en plena oscuridad. Una película tan malsana como inocente. Y cuando al salir del cine y vayáis a tomar una copa de vino, cuando os pregunten "¿Prefiere tinto o blanco?" no podréis evitar una maligna sonrisa...

Lo mejor: El grandioso recital interpretativo a cargo de David Hyde Pierce. Lo original de la propuesta, simpleza y complejidad a partes iguales. Los constantes giros argumentales. La elegancia con la que está filmada.

Lo peor: Un final indigno para el conjunto. Algunos tópicos del guión sobre todo en su ultimo tramo. Los innecesarios flashbacks que rompen la narración .