Finales del siglo XIX, a un convento de monjas donde se educa a chicas sordas llega Marie (Ariana Rivoire), una joven que además de ser sorda es ciega, por lo cual su capacidad para comunicarse es nula, vive encerrada en su existencia, apenas logra reconocer a su padre y a su madre quienes al no poder educarla deciden llevarla a este lugar. La madre superiora se encuentra reacia a aceptarla debido a su condición, sin embargo, Marguerite (Isabelle Carré) una de las monjas decide luchar porque Marie sea aceptada, cuestión que evidentemente llega a suceder.

De esta forma la película, bastante bien realizada por cierto, con una hermosa fotografía a cargo de Virgine Saint-Martin y excelentemente interpretada por el elenco, destacando Rivoire como la protagonista en su papel debut bastante exigente, relata los desmanes realizados por Marie, más la lucha de Marguerite por lograr civilizar a esta chica. Ambos aspectos están muy bien representados, eso sí, del primero hay que decir que el director se abusa al ser repetitivo en mostrar la actitud de la protagonista y su condición de “animal salvaje”, como se le dice en repetidas ocasiones.

Si bien es cierto el film no peca de ser muy melodramático o que juega con los sentimientos del espectador, si peca en ser mucho una película, me explico, siempre en cualquier obra va a ocurrir “X” cosa para que pase “Y”, como un desenlace donde se pasó por un camino, aquí se resiente que todo sucede muy rápido y el brinco de “X” a “Y” pasa en cuestión de segundos o es más que evidente la intención que se tiene, no hay una materialización correcta de la historia en este sentido. Por poner un par de ejemplos, cuando Heurtin aprende el idioma de señas que ni nos damos cuenta cómo fue o la forma en como Marguerite le explica lo que representa la muerte a su pupila, se planea algo demasiado evidente para hacerlo.

Marie Heurtin es una película visualmente hermosa, de un metraje de apenas 95 minutos lo que le ayuda, con guion a cargo del director y Philippe Blasband que pudo ser más rico y ambicioso, por lo cual la película se queda corta aunque entretiene y probablemente llegue a gustar mucho.