Producción italiana, francesa y británica basada en la novela homónima (1872) del escritor ruso Ivan Turgenev, adaptación, guion y diálogos fueron trabajados por hasta siete personas, incluido el propio realizador, el polaco Jerzy Skolimowski. La obra filmada en idioma inglés compitió por la Palme d’Or en el Festival de Cannes de dicho año.

La película se desarrolla en la primera mitad del siglo XIX, sigue a Dimitri Sanin (un regular Timothy Hutton), joven aristócrata ruso que se involucra con dos mujeres en un viaje por Alemania. Primero conoce a Gemma Roselli (Valeria Golino), hija de la regente de una tienda de dulces, de origen italiano, novicia y con sueños de escalar socialmente, especialmente su madre.

Posteriormente se encuentra con Maria Nikolaevna (Nastassja Kinski, sí, la hija de Klaus Kinski), fascinante, rusa como él, de la nobleza y casada con un amigo de la infancia del protagonista, cuestión que no le impide realizar un juego de seducción en el que Sanin no opone mayor resistencia, es participe sin importar la situación con Roselli.

Torrents of Spring es una obra de época correcta, pero lo mismo tiene de correcta como de intrascendente, poca relevancia, aunque la salva que está muy bien hecha, la elección de los escenarios, la suntuosidad del vestuario y todo lo relativo a esa época es excelente.

Cuenta con una narración sencilla, sin mayores sobresaltos. Exceptuando una escena medio onírica medio alucinógena, posterior al clímax, donde Dimitri convertido en bufón está en la búsqueda de su amada, topándose en el camino a varios personajes o situaciones que vivenció durante el metraje.

A pesar de lo desencajado que puede notarse dentro de la historia que se cuenta, así como la sobriedad con la que Skolimowski manejó el filme, sí se siente en esa secuencia un aire de irreverencia, un tanto cercana a lo que hizo en sus primeros cortos y largometrajes en su país natal.