Stuxnet es un gusano informático descubierto en el año 2010, que fue creado en conjunto por el gobierno de Estados Unidos, en su lucha contra Irán y su programa nuclear, este malware básicamente se mantiene de forma inédita en los ordenadores, va infectando a varios, hasta que llegó a los que controlan la producción del uranio, afectando su trabajo. El documental aborda un nuevo paradigma en los conflictos: la guerra informática.

El director Alex Gibney recurre a múltiples entrevistados para tejer su filme, y darle forma a una historia que tiene un gran interés, sin embargo, su relato es harto cansino, los conceptos son manejados con mucho tecnicismo lo que hace que se vuelva muy complejo y por momentos inentendible.

Aparte del hecho de que no inicia directamente con la historia central, volviéndose una introducción que incómoda mucho, cuando por fin se encauza hacia su eje central, las cosas mejoran y se entiende más el potencial de lo que representa Stuxnet, y el porqué del interés de los gobiernos por forjarlo.

Lo más rescatable de esta película, sin duda es el carácter denunciante que tiene, respecto a la labor ejercida por el gobierno estadounidense, más específicamente la CIA y la NSA, además de la Mossad Israelí. Sin embargo, como producto fílmico es bastante deficiente, entrabado, donde no se maneja el flujo de información de buena forma lo que hace que se pierda el interés en varios tramos.