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Costa Rica Costa Rica · Guápiles
Voto de 10P24H:
8
Drama En la nochevieja de 1976, durante una partida de caza en una isla griega, unos veteranos cazadores burgueses descubren el cadáver de un hombre congelado, muy bien conservado, muerto treinta años atrás. Todo parece indicar que se trata de uno de los miles de partisanos asesinados durante la guerra civil. Uno a uno son interrogados por la policía. (FILMAFFINITY)
24 de abril de 2016
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
1976. Un grupo de cazadores burgueses encuentran entre la blancura de la nieve un cadáver completamente intacto y congelado, los indicios parecen indicar que la víctima es un militante de izquierda asesinado casi 30 años antes, durante la Guerra Civil del país helénico. Este evento hace suceder una serie de rememoraciones respecto al conflicto, y la gran división que hubo entre los ganadores y los perdedores.

Película personalísima del realizador Theo Angelopoulos, quien falleciera en 2012 de una forma lamentable y trágica. Su niñez la vivió durante el contexto histórico previamente mencionado, el cual como suele suceder, le ha dejado marcado. En este film se explaya, muestra una excusa -la aparición de este cuerpo-, para que mediante sus personajes exploren dicho momento.

Ahí es donde el director, escritor del guion junto a Stratis Karras, habitual colaborador en este apartado en sus primeros filmes, logra establecer de buena forma esa división entre la derecha y los comunistas, la cual aumentó aún más tras el conflicto y tras haber, un evidente bando ganador y otra población que tuvo que verse exiliada, o bien tener graves problemas para desarrollarse.

Angelopoulos muestra esto fiel a su estilo, marcado y terco, tomas largas, secuencias trabajadas con la cámara moviéndose alrededor de los personajes, con saltos temporales en estos recuerdos que van teniendo, esto y otras cosas dentro del lenguaje cinematográfico que maneja el director griego, hace pensar que lo que vemos es un sueño (o una pesadilla), las incoherencias propias de lo que sucede en dicho estado, cuestión que se refuerza con ese final que lleva al espectador donde todo empezó.

Donde al final lo que también sucede es que se oculta el hecho, no solo lo que vimos dentro del metraje sino todo lo que sucedió durante la Guerra. Y es que durante el transcurso del metraje la sensación de miedo está latente en todo momento, es extraño y enrarecido lo que se muestra en pantalla, hay una constante intranquilidad.

Oi Kynigoi termina siendo una obra de difícil visualización, que requiere del espectador la máxima atención, un film complejo que requiere paciencia pero que recompensa con momentos hermosos, un tanto poéticos como aquellos con cantos entre uno y otro bando, y con la aparición de esos pequeños barcos navegando sobre el río, una fineza.
10P24H
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