Vuelven los supercamorristas, o los lucky stars, o como quiera llamárseles, en esta ocasión en una historia bien distinta a lo que nos tenían acostumbrado en las otras partes de la saga, y es que aquí, de pronto, nos encontramos con un rollo sobrenatural con fantasmas por medio.

La película comienza (y mantiene, durante buena parte de su duración), con los típicos sketches de este grupo de humoristas chinos haciendo de las suyas, primero intentando conseguir novia, luego viajando a una isla de vacaciones, y es allí cuando de pronto dan con los fantasmas en un caserón abandonado.

Y siguen los sketches con agentes (chicas) de policía por medio, hasta que ya, bien bien avanzada la cinta (yo creo que cuando ya llevas dos tercios de peli), es cuando por fin descubres de qué va esta peli realmente.

La saga esta mantiene su nivel de cine cómico tonto, con algunos momentos divertidos de verdad, algo de artes marciales (se echa en falta en esta película a Jackie Chan), y tiene la originalidad del fantasma con sus habilidades y tal. Digamos que se deja ver bastante bien.