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España España · Madrid
Voto de Bucebro:
7
Drama Narra la historia de un granjero, Helmer, que se da cuenta de que su vida ha sufrido enormemente la negativa influencia de su anciano padre, al que ahora tiene que cuidar. (FILMAFFINITY)
1 de octubre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con esta frase comienza "Todo está tranquilo arriba", novela de Gerbrand Bakker en la que se basa el guión de esta desasosegante película, en la que todo queda patente, sin ser expresado en ningún momento.
Nos disecciona el día a día de Helmer, un granjero que se ocupa de sus animales, y de su anciano padre, enfermo .
Dolorosamente contenida en su puesta en escena, austera en los colores, los interiores, la luz. De diálogos secos, breves y casi hostiles, vamos viendo como hay una decisión tomada, y como poco a poco, a medida que una llama se apaga, va naciendo una luz en el interior del personaje principal, y pilar principal (y casi único) de este film tan áspero y norteño como conmovedor.
El drama personal de Helmer no se deja ver hasta bien avanzada la película, y cuando te das cuenta, todo cobra sentido. El que esté viviendo en una rutina de ordeños, limpieza de establos y acciones automáticas, de una rutina que no conoce diversiones, festejos ni relaciones sociales. Lleva ya tanto tiempo haciéndolo todo a medio gas… Hace ya tanto tiempo que solo tiene medio cuerpo, que es como si el director empezara a pasar un trapo y empezara a desempañar la escena y los personajes. A medida que ese vaho desaparece, la casa empieza a limpiarse y ordenarse. El interior se vuelve pulcro y brillante. La luz resalta el mobiliario, pero también los personajes, y es cuando empezamos a "entender" lo que está pasando.
Nanouk Leopold, recurrente el personajes atrapados en sus propias vidas, y lo doloroso de tomar decisiones, nos presenta un drama distinto, contenido y sensible. Lleno de contrastes entre la realidad y el deseo. Viril. La interpretación de Jeroen Willems refuerza con destreza estos conflictos. Por cierto que la película está dedicada a su memoria, pues falleció este mismo año de un accidente cardíaco.
Inevitable la asociación con "Padre e hijo" y "Madre e hijo" de Sokurov, que aunque no tengan en el fondo nada que ver, también nos hablan de las relaciones paternofiliales, de los cuidados a los progenitores, de las expectativas que éstos han depositado sobre sus hijos, y de las decisiones que toman esos hijos respecto a sus padres y consigo mismos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Bucebro
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