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Voto de Juan Poz:
6
22 de mayo de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me incita a escribir estas líneas la incomprensión con que la película ha sido recibida por quien se ha tomado la molestia de haber hecho la crítica que precede a la mía. Yo he visto la película descontándome 47 años, de los 62 que que asisten, y he disfrutado enormemente con esta "peli de miedo" que no había visto. Estoy de acuerdo con casi todo lo que mi predecesor ha dicho, pero eso mismo en vez de ir contra la película, la favorece. No solo se cumplen escrupulosamente las reglas del género y el dibujo de los personajes: el asilo para ciegos es una idea siniestra fantástica, del mismo modo que el desdoblamiento de Lugosi, remedando a Lon Chaney, pertenece al genero "por derecho propio". La profusión de interiores que abaratan la producción de la película, porque se repiten ad náuseam, nos ofrece una puesta en escena en la que se advierte un clásico "cartón piedra" que no engaña a nadie. Los resortes del terror de este thriller londinense cumplen escrupulosamente con lo que el espectador crédulo espera y un guionista genuino ha de ofrecer. El reparto, a pesar de que se pueda no ser partidario de Lugosi, siempre más propio en su papel clásico de vampiro, no solo se ajusta como un guante a la trama, sino que, desde la llegada del colega usamericano, se establece ese juego competitivo entre Scotland Yard y el FBI, o entre policías de diferentes países, que aquí permite algunos diálogos ingeniosos y ciertamente con espiritu crítico, como el alivio del usamericano cuando, acorralando a Orloff, el cerebro maléfico de la organización asesina, dispara su pistola y le resulta un placer volver a oír "respirar" a su pistola. La presencia de policía femenina en Inglaterra, cuando aún no habían sido admitidas en Usamérica, permite algún gag gracioso. En términos generales, la película es propia de las series B en las que han encajado siempre muchas de las protagonizadas por los genios del cine de terror, y no se le puede pedir aquello que canónicamente no tiene por qué dar. Roger Corman asentiría con entusiasmo ante una afirmación como la precedente, y de su dirección han salido no pocas joyas de la serie B, como la dedicada a las narraciones de Poe. Quien quiera pasar un buen rato, puede sentarse con total tranquilidad ante esta obra menor que nos ofrece una diversión mayor. Eso sí, que no se le pida lo que no puede dar. Antes bien, somos nosotros quienes hemos de poner todo el candor del espectador crédulo e ingenuo que es capaz de sufrir en el desenlace final (sigue spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
perfectamente realizado con buen pulso narrativo por el director, Walter Summers, quien, con esta película, cerró su historia fílmica. La escena en la que la heroína está a punto de ser asesinada por Lugosi, momentos antes de que llegue a tiempo la policía, con el agente que se ha ido enamorando de ella a lo largo de la historia, después de haber tropezado casualmente al inicio de la misma en la estación de tren, en una escena cuyo sentido del humor nos anticipa que la condición de película de terror estará compensada con esa rivalidad anglo-usamericana que sirve de gozoso contrapunto a una historia tenebrosa de la que no esperamos ningún disgusto serio, más allá de las inevitables muertes que son moneda obligada en este tipo de historias. Que Orloff ate a la protagonista intrépida con una camisa de fuerza y decida usar a su bruto asesino ciego par deshacerse de ella, ahogándola primero y arrojándola a una ciénaga del Támesis después, permite algunos planos en los que no es difícil rememorar el encuentro entre Fay Wray y King Kong en el Empire State, salvando las distancias. En todo caso, imaginación al margen, se trata de una película que se ha de ver con los ojos deslumbrados de la adolescencia enamorada del ojo cosmológico.