Media votos
7,6
Votos
282
Críticas
62
Listas
3
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Laura:
4
4,5
4.876
Comedia
Un grupo de personas sobrevive a una catástrofe, pero… ¿y ahora qué? Tras haber estado quince días atrapados en un túnel, por fin son rescatados y la tragedia parece quedar en el pasado. Así, llenos de buenos propósitos, celebrarán el estar vivos reuniéndose todos los viernes. Pero estos variopintos personajes tendrán que seguir adelante con sus vidas, tarea que no será tan fácil como pensaban.
28 de enero de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué pasa después de un rescate? O más cinematográficamente. ¿Qué pasa después de ese plano aéreo, de todas las películas de catástrofes, en las que vemos a los personajes sanos y salvos y a los héroes condecorados? Esa es la premisa argumental de la que parte Los del túnel (Pepón Montero, 2017). Una historia que se detiene en las reuniones de unos supervivientes, tras haber estado quince días encerrados en un túnel, y en las dificultades de éstos (más o menos llamativas) para retomar sus vidas. En especial asistimos al desmoronamiento de Toni (Arturo Valls), el graciosillo del grupo, que siempre acaba metiendo la pata, con una obsesión tremenda por la comida y con una vida familiar anodina, en la que apenas entabla dos palabras seguidas con su mujer e hija. Junto a él destaca Julio (Raúl Cimas), el policía “valeroso” que contribuyó a que todos salieran sanos y salvos de la catástrofe y que se erige desde el principio como el líder del grupo. José Manuel (Manolo Solo) y Esteban (Enrique Martínez) los dos gays del grupo que van dando dosis de humor a la trama. Y Miriam (Natalia de Molina), una chica resuelta que tras el desastre se acaba enrollando con Julio.
Todos los personajes de la trama están pasados de vueltas y se tienen que enmarcar en el contexto de la no verosimilitud, aunque muchos de los comportamientos que experimentan resultan muy interesantes y cotidianos
Más en planoamericano.wordpress.com
Todos los personajes de la trama están pasados de vueltas y se tienen que enmarcar en el contexto de la no verosimilitud, aunque muchos de los comportamientos que experimentan resultan muy interesantes y cotidianos
Más en planoamericano.wordpress.com
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Por ejemplo llama la atención la reflexión que plantea la película a cerca de la figura del líder. En todos los grupos siempre surge un líder, una persona de carácter, aparentemente o no, resolutivo con dominio comunicativo y carácter abierto. En Los del túnel, esa persona es desde el principio Julio. Un tipo que parece tener unos principios morales inquebrantables, con una enorme capacidad de convicción y una innegable ternura. Un tipo que contrasta con Toni, un bocazas, que desconoce el significado de la palabra empatía y que solamente vive el día, sin plantearse nada más. Unas apariencias, que sin embargo la trama nos va a decir que engañan, ya que el patán, tosco e interesado (Toni) resulta que fue el que llevó a rastras al señor mayor durante toda la travesía en el túnel, mientras que Julio no hizo más que dar órdenes absurdas que solo sirvieron para confundir a los servicios de rescate. Puede al final llegarse a la conclusión de que Pepón Nieto y su equipo pretenden aquí desmitificar la figura del héroe y la de todos aquellos personajes que sobreviven a una catástrofe para seguidamente pasar a ser considerados personas de conducta inmaculada. Es verdad que deben tener una atención mediática por haber sobrevivido a una catástrofe, pero eso no borra sus errores del pasado o convierte de repente su vida en un cuento de hadas.
Los supervivientes de esta historia pueden ser muchas cosas, pero no son héroes o personas con vidas dignas de estudio. Cada uno de ellos son personas a las que esta tragedia les ha afectado, como no podía ser de otra forma, y más que el reconocimiento social y el aplauso necesitarían la ayuda psicológica que no tienen, en ningún momento, de la película. Porque después de una tragedia, en la que nuestra integridad corre un claro riesgo, todos nos empezamos a replantear inevitablemente nuestras vidas y en el camino necesitamos ayuda para no vernos superados. Los del túnel aborda está duda existencial desde un tono cómico (bastante negro), con secuencias de un humor socarrón y directo. Tenemos a Miriam que ha decidido escribir un libro sobre la tragedia y en un momento le confiesa a otro personaje que podría ser muy rompedor hacerlo desde el punto de vista del puente. Jose Manuel y Esteban que deciden, a raíz del desastre, salir del armario. El primero en un pleno municipal y el segundo en un intento fallido delante de sus garrulos padres. Rafi (el delincuente) se decide a pedir perdón a su abuela. Adela se lleva a sus padres a vivir con ella. Víctor y Lupe (los adinerados) confiesan sus adicciones y su insatisfacción. Y Toni se da cuenta de que tiene una vida de mierda.
Con todo al final la idiotez humana llega a su fin y estos personajes se dan cuenta de lo absurdo que resulta intentar aparentar llevar una vida que no llevan y ser feliz cuando no lo son. Y el que mejor refleja esta toma de conciencia es el personaje de Toni (Arturo Valls). Toni, en la última secuencia de la película, sale por fin del túnel en un sentido literal y en un sentido figurado. Gracias a que se ha dado cuenta de la vida gris que lleva y después de haber sido, finalmente, aceptado por el grupo, Toni puede respirar y desplegar una sonrisa sincera.
Más en planoamericano.wordpress.com
Los supervivientes de esta historia pueden ser muchas cosas, pero no son héroes o personas con vidas dignas de estudio. Cada uno de ellos son personas a las que esta tragedia les ha afectado, como no podía ser de otra forma, y más que el reconocimiento social y el aplauso necesitarían la ayuda psicológica que no tienen, en ningún momento, de la película. Porque después de una tragedia, en la que nuestra integridad corre un claro riesgo, todos nos empezamos a replantear inevitablemente nuestras vidas y en el camino necesitamos ayuda para no vernos superados. Los del túnel aborda está duda existencial desde un tono cómico (bastante negro), con secuencias de un humor socarrón y directo. Tenemos a Miriam que ha decidido escribir un libro sobre la tragedia y en un momento le confiesa a otro personaje que podría ser muy rompedor hacerlo desde el punto de vista del puente. Jose Manuel y Esteban que deciden, a raíz del desastre, salir del armario. El primero en un pleno municipal y el segundo en un intento fallido delante de sus garrulos padres. Rafi (el delincuente) se decide a pedir perdón a su abuela. Adela se lleva a sus padres a vivir con ella. Víctor y Lupe (los adinerados) confiesan sus adicciones y su insatisfacción. Y Toni se da cuenta de que tiene una vida de mierda.
Con todo al final la idiotez humana llega a su fin y estos personajes se dan cuenta de lo absurdo que resulta intentar aparentar llevar una vida que no llevan y ser feliz cuando no lo son. Y el que mejor refleja esta toma de conciencia es el personaje de Toni (Arturo Valls). Toni, en la última secuencia de la película, sale por fin del túnel en un sentido literal y en un sentido figurado. Gracias a que se ha dado cuenta de la vida gris que lleva y después de haber sido, finalmente, aceptado por el grupo, Toni puede respirar y desplegar una sonrisa sincera.
Más en planoamericano.wordpress.com