El film comienza con un plano de Karloff afilando un gigantesco hacha, mientras en su hombro un cuervo parece contemplarlo satisfecho. Imponente. Tiene dejes de otras películas de corte teatral, por así decirlo, como El león en invierno. La fotografía en b/n es excelente, lo mejor las apariciones de Karloff, ese aire reptiliano de Basil Rathbone y poder observar a un jovencísimo Vincent Price, que ya entonces lucía su mítico bigotito.
Tiene un poco de todo, intriga, toques de terror, escenas bélicas algo caóticas, drama, romance... y todo en poco menos de hora y media.