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Voto de a90sm:
6
5,8
98.311
Ciencia ficción. Comedia
Parodia de los filmes de ciencia ficción de los años 50. Unos platillos volantes procedentes de Marte sobrevuelan todas las capitales del mundo. La población, aterrada, espera conocer sus intenciones. Al presidente de los Estados Unidos, su asesor científico le asegura que serán absolutamente pacíficas. Sin embargo, sus asesores militares le aconsejan que aniquile a los marcianos antes de que sea demasiado tarde. (FILMAFFINITY)
22 de octubre de 2009
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mars Attacks se puede considerar una obra menor dentro de la filmografía de Burton. Obviamente, palidece en comparación con las enormes Edward Scissorhands (1990) o Big Fish (2003), pero es que estas películas son palabras mayores. Puede que la mejor crítica posible sea decir que Mars Attacks es muy burtoniana: es su mundo, su originalidad, su técnica…
Sólo que, con permiso de Beetlejuice (1988), es la película más divertida de este director, pese a que los que tienen gracia, los pequeños hombrecitos del planeta vecino, no dicen ni una palabra (al menos una inteligible). Son un grupo de napoleones marcianos que desean expandir su imperio —los motivos, ni los conocemos, ni los necesitamos—, haciendo lo que cualquier napoleón con dos dedos de frente haría: mentir, traicionar…
Con esta película contestaba Burton al bombardeo alienígena de panfletos patrióticos como Independence Day (1996). Y es que si vieran esas películas los marcianos, se descojonarían de nosotros. Al mismo tiempo, Burton hace un guiño inconfundible al genial War of the Worlds. Hasta el final es parecido, demasiado parecido.
Las críticas a este film se han centrado, precisamente, en este aspecto. De acuerdo que es un final previsible, pero ¿qué podíamos esperar? Es un final lógico, coherente. Si se nos cuenta una historia de destrucción, una guerra desde un punto de vista determinado, es obvio que ese punto de vista no ha sido aniquilado, sino que ha ganado la guerra. Siempre se nos va a contar desde el punto de vista de quien sobrevive porque si no, ¿quién nos la contaría? Y de acuerdo que la lógica y la relación vida/muerte no es muy usual en el director de Sleepy Hollow (1999), pero esto es un homenaje a Orwell, a las B Movies, y a la ciencia ficción de los 50.
Entonces me podéis decir que si la lógica impera, ¿de dónde narices sacan la maquina traductora? Cuidado, yo no he dicho que la lógica impere. Yo he dicho que ésta película no va de muertos, y los muertos no juegan un papel relevante. Esta película va de marcianos y de intercambios culturales, y aquí no impera la lógica.
La mayor crítica, según mi punto de vista, recae en algunos personajes totalmente insulsos para la trama; actores que no lucen tanto como cabría esperar —si tienes a Jack Nicholson de presidente de los EEUU, esperas que sea un personaje extravagante, esperas que sea el loco de Jack; y más si enfrente está el marciano más cabroncete que se ha creado—, y tramas totalmente prescindibles. También hay guiños al público más infantil, pero no son óbice para una desternillante película.
@90sm (sigo en el spoiler por motivos de extensión)
Sólo que, con permiso de Beetlejuice (1988), es la película más divertida de este director, pese a que los que tienen gracia, los pequeños hombrecitos del planeta vecino, no dicen ni una palabra (al menos una inteligible). Son un grupo de napoleones marcianos que desean expandir su imperio —los motivos, ni los conocemos, ni los necesitamos—, haciendo lo que cualquier napoleón con dos dedos de frente haría: mentir, traicionar…
Con esta película contestaba Burton al bombardeo alienígena de panfletos patrióticos como Independence Day (1996). Y es que si vieran esas películas los marcianos, se descojonarían de nosotros. Al mismo tiempo, Burton hace un guiño inconfundible al genial War of the Worlds. Hasta el final es parecido, demasiado parecido.
Las críticas a este film se han centrado, precisamente, en este aspecto. De acuerdo que es un final previsible, pero ¿qué podíamos esperar? Es un final lógico, coherente. Si se nos cuenta una historia de destrucción, una guerra desde un punto de vista determinado, es obvio que ese punto de vista no ha sido aniquilado, sino que ha ganado la guerra. Siempre se nos va a contar desde el punto de vista de quien sobrevive porque si no, ¿quién nos la contaría? Y de acuerdo que la lógica y la relación vida/muerte no es muy usual en el director de Sleepy Hollow (1999), pero esto es un homenaje a Orwell, a las B Movies, y a la ciencia ficción de los 50.
Entonces me podéis decir que si la lógica impera, ¿de dónde narices sacan la maquina traductora? Cuidado, yo no he dicho que la lógica impere. Yo he dicho que ésta película no va de muertos, y los muertos no juegan un papel relevante. Esta película va de marcianos y de intercambios culturales, y aquí no impera la lógica.
La mayor crítica, según mi punto de vista, recae en algunos personajes totalmente insulsos para la trama; actores que no lucen tanto como cabría esperar —si tienes a Jack Nicholson de presidente de los EEUU, esperas que sea un personaje extravagante, esperas que sea el loco de Jack; y más si enfrente está el marciano más cabroncete que se ha creado—, y tramas totalmente prescindibles. También hay guiños al público más infantil, pero no son óbice para una desternillante película.
@90sm (sigo en el spoiler por motivos de extensión)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Y en cuanto a escenas y diálogos… pues no es Tarantino, no. Para mí los mejores detalles son: el aterrizaje de los marcianos, el nuevo coro de Tom Jones, el marciano que hojea el Playboy, y los marcianos mirones. Ver a todos esos lunáticos de lo paranormal congregados, reunidos para hacer más fácil su masacre. Ver ese intento casi tribal de comunicación entre los dos embajadores. Y sobre todo, el engaño que casi envuelve al espectador… Es algo que no tiene precio. Y no sólo ese engaño, sino que resulta que los pequeños extraterrestres son unos mentirosos de mucho cuidado (ante la credulidad y tontería de los terrícolas).
En definitiva, una película subestimada. Un sano ejercicio de reírse de uno mismo —de la humanidad entera—, y una empatía con los marcianos más malvados de la historia, pero los más graciosos. Porque partimos de ellos, salimos con sus naves y también morimos (nuestro interés en la película) con ellos.
En definitiva, una película subestimada. Un sano ejercicio de reírse de uno mismo —de la humanidad entera—, y una empatía con los marcianos más malvados de la historia, pero los más graciosos. Porque partimos de ellos, salimos con sus naves y también morimos (nuestro interés en la película) con ellos.