Eso puede parecer a simple vista esta película, pero como casi todo lo que nos llega de Corea del Sur últimamente, ésta no es sólo otra historia asiática más de fantasmas.
El guion se guarda algún as en la manga que no desvelaré para no reventar el final. Además de ese giro; esta venganza desde la tumba tiene algunos puntos interesantes: el humor( francamente divertida en algunos gags del tío del protagonista que funcionan a la perfección), una fotografía bastante buena y unas actuaciones decentes tratándose de unos protagonistas adolescentes y además asiáticos con el plus de sobreactuación que esto conlleva.
La película sube unos enteros cuando el protagonista, un joven que puede ver fantasmas, intenta ayudar a una simpática e inocente aparición que no recuerda quién es y le persigue para poder conversar con alguien. Es en esta relación donde la película levanta vuelo por momentos, en especial en la escena en la que ella copia los gestos de él; muy conmovedora.
Una pena que el resto no esté a la altura, flojeando en la parte en la que debería ser más poderosa; intentar dar miedo.
Recomendable para los que no acabaron saturados de fantasmas de chicas orientales de pelo negro largo.