Downhill tiene el dudoso honor de entrar en esa categoría de películas en las que el terror acaba tornándose en sanas carcajadas.
Tras unos primeros minutos jugando un poco con el 'found footage'; la cosa ya entra en faena y se convierte en una de turistas americanos acosados por lugareños en una selva perdida de Sudamérica. Ya sé que te suena pero esta vez todo es mucho más casposo, pulp y desenfrenado. Lo que se supone debe angustiar y hacértelo pasar mal acaba siendo un desparrame de sinsentidos donde se mezcla todo en una ridícula cocktelera; descenso en bici, fauna autóctona desquiciada, ridículas fiestas turísticas, carneros, orgías, abuso de planos aéreos de la seva, Belcebú, brujas, alien, infecciones, Torrebruno...(bueno, este último no pero Todo lo demás sí). Y en unos escasos 80 minutos; ¡ahí es nada!
Podrías pensar que la cosa puede estar entretenida pero nada más lejos de la realidad, las malas actuaciones(increíble el líder de los pueblerinos; un derroche de expresión y juego de miradas), el pésimo montaje, la música, el guion; todo es un verdadero despropósito.
Si te apetece una de este éstilo vuelve a ver las dos primeras Hostel(ummm, evita la tercera), Turistas o Las ruinas(que sin ser una maravilla no avergüenza como ésta).