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Voto de Miguel Moreno:
7
Acción. Drama Sam Childers es un exconvicto que, tras tocar fondo al matar a un hombre, se convierte en un devoto religioso que llega a colaborar en Ruanda, hasta el punto de construir allí con su dinero un refugio para niños. Su implicación personal es cada vez mayor, hasta el punto de llegar a defenderlo con las armas, sacrificar todo su patrimonio personal, desatender a su familia y perder a sus amigos al tiempo que combate como ... [+]
26 de abril de 2012
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y esto es lo que es precisamente Gerard Butler en la película de Marc Forster, interpretando a Sam Childers, un personaje real que cambió radicalmente de vida para ayudar a los más necesitados que habitan en tierras remotas. Todo un ejemplo a seguir sin duda.
Forster se toma el tiempo adecuado para contar la historia. Childers era prácticamente un delincuente sin demasiados escrúpulos, pero un viaje a Sudán le abrirá los ojos de una manera que cambiará su vida. En este aspecto la cinta resulta interesante aunque para nada novedora, apoyándose en todo momento en la robusta interpretación de Butler. Secundarios de lujo como es el siempre competente Michael Shannon acompañan de manera agradable además. Forster no se remilga a la hora de mostrar el horror de la guerra en la que se acaba metiendo Sam, sobre todo por unas cuantas escenas que nos recuerdan el terror de la realidad de esos niños soldado que son utilizados en el campo de batalla como meros peones. En este aspecto la cinta sí que logra transmitir lo que quiere.
Las ideas y la mentalidad del personaje van cambiando y tomando formas más radicales y concisas según avanza la historia, y todo lo que ocurre empieza a afectar seriamente al protagonista, que intenta por todos los medios crear un futuro para todos esos niños que, de ser de otro modo, no lo tendrían mas allá de empuñar un arma o pisar una mina. Esto se convierte en la prioridad, descuidando incluso a su familia y amigos, y cambiando su temperamento. En este aspecto Gerard Butler siempre realiza un buen trabajo.

Se trata de un guión bien adaptado a la historia real (con las licencias típicas del negocio del cine) y una forma de recordar al verdadero Sam y por supuesto ensalzarlo, lo cual de por sí no tiene nada de malo si no fuera porque contiene un mensaje conservador de autodescubrimiento religioso que puede llegar a cansar (las escenas de los sermones de Butler están conseguidas pero resultan algo exasperantes) y escenas donde se nota que el director tenía que implementar algo de acción a lo Rambo que le viene como un guante a nuestro querido Gerard. Todo ello se alarga hasta las 2 horas de duración, y es que quizá sobra algo de metraje, sin embargo para contar la historia de Childers hacía falta tomarse ese tiempo.
En definitiva, una cinta destacable en interpretaciones y de visionado interesante, sin llegar a brillar en ningún momento, cosa que tampoco se pretende.

El final deja un mensaje claro al espectador: No importa cual haya sido nuestro camino hasta ahora, todos somos susceptibles de cambiar. Sam Childers lo hizo y se convirtió en un verdadero héroe anónimo.
Miguel Moreno
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