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Voto de Miguel Moreno:
9
Drama Brandon (Michael Fassbender) es un joven y apuesto neoyorquino con serios problemas para controlar y disfrutar de su agitada vida sexual. Obsesionado con el sexo, se pasa el día viendo revistas pornográficas, contratando prostitutas y manteniendo relaciones esporádicas con solteras de Manhattan. Un día se presenta en su casa, sin previo aviso, su hermana menor Sissy (Carey Mulligan) con la intención de quedarse unos días en su apartamento. (FILMAFFINITY) [+]
20 de febrero de 2012
23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estando como estamos en pleno siglo XXI la sociedad ha evolucionado (o involucionado) en muchos aspectos y eso es innegable. Escribo esta introducción por citar esa involución, que queda retradada perfectamente en el tiempo en Shame. Steve McQueen, que ya trabajó con Michael Fassbender en Hunger, hace posible esto con una cinta que revuelve, que hurga en tu interior, que muestra demasiado sin decir apenas nada y que te sumerge en un vacío tan desolador que duele.
Algún compañero decía y no le faltaba razón, que no es para todos los públicos. Yo lo reitero. Es una película de difícil digestión, de estudiada fotografía, de poderosas interpretaciones y de sólido argumento.
Por qué es tan buena Shame? porque es una radiografía social brutal. Muestra la soledad y la desesperación en un vehículo de lujo que es Michael Fassbender, en una interpretación sublime, acompañado de Carey Mulligan. Son dos almas solitarias, tristes, vacías. Se tienen el uno al otro pero a la vez no tienen absolutamente nada. Son víctimas de una sociedad deshumanizada, con valores vacíos, y tratan de llenar esos profundos abismos afectivos de forma rápida. Para cuando se han dado cuenta, el vacío vuelve a invadirles. Están espantosamente solos, en un estado continuo de desconexión que sólo eliminan mediante esos momentos de sexo vacío. Es algo terrible.
Resulta una cinta casi imprescindible porque, a pesar de apoyarse en algunos tópicos y hacer uso de ellos para realzar alguna escena, es rabiosamente actual. Todo es extensible a nuestra sociedad. Brandon no es el único atrapado en esa vorágine sexual de vacío existencial. Hay demasiados en esta sociedad. La sociedad de la comunicación. Todos tenemos smartphones, internet, redes sociales, blogs, podemos expresar nuestros desos y opiniones. Pero estamos más solos que nunca a la vez. El personaje de Brandon está completamente perdido, y se abalanza a las fauces de su propio infierno a medida que avanza la película, con unos minutos finales noqueantes.
Por todo ello Shame es excelente, como retrato de un personaje enfermo dentro de una sociedad enferma también. McQueen capta ese sentimiento y lo transmite al espectador sin ínfulas, sin pudor, con sexo explícito, cuerpos desnudos, almas rotas, desesperación y sobre todo, una intensa e inmensa soledad que parece un mar infinito sobre Nueva York.
La irrupción de el personaje de Mulligan en la vida de Brandon provoca que se tambaleen los cimientos. Ella está más sola aún que él, y solo se tienen el uno al otro en realidad. Pero en vez de apoyarse mutuamente, sólo se separan de forma más brutal.
Shame es peligrosa. Es intensa. Los primeros 10 minutos de metraje son excepcionales, no necesita mejor presentación. Puede que alguno de vosotros se vea identificado en algún momento puntual del film. No resultaría extraño. De todos modos, vivimos en la sociedad moderna. La sociedad de la comunicación.

La sociedad de la soledad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miguel Moreno
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