El segundo largometraje documental dirigido por Samuel Alarcón, tres años después de " La ciudad de los signos ( 2009 ) ", es uno de los mejores trabajos no de ficción de los últimos años, y vuelve a demostrar el talento del cine español en este género, con proyectos dinámicos e instructivos. El cineasta madrileño lleva 5 años siendo el director del programa de Radio Nacional " El Cine que Viene ", en donde se abordan las criticas de películas iberoamericanas con entrevistas a sus directores. El proyecto se ha presentado estos días en el marco del festival de cine europeo de Sevilla coincidiendo al mismo tiempo con su estreno en algunos cines del resto de España.

El documental, que es una coproducción de España y Francia, cuenta con una narración del veterano actor francés Féodor Atkine, cuya voz en off es uno de los puntos fuertes de la película, y entra en contradicción con opiniones anteriores personales en donde estoy en contra del abuso de este método narrativo en otros proyectos, sobre todo en los de ficción, ya que en el ámbito del documental es donde está más justificado el empleo de esta figura de narrador.
El largometraje cuenta con un gran trabajo de recopilación de información durante varios años, que nos permite conocer los últimos años de vida de uno de los mejores pintores de la historia de nuestro país, Francisco de Goya y Lucientes, y lo que sucedió con su cadáver. Esa mezcla de documental didáctico con un suspense adicional sobre el recorrido de su cuerpo una vez fallecido hace que la propuesta sea fácil de recomendar, permitiendo al público conocer mejor esa vida personal, y en la parte central también algo de la profesional, con una música de fondo de Eneko Vadillo que encaja muy bien con lo que nos están contando.

El proyecto mezcla las imágenes actuales del lugar en donde sucedió lo que están contando, con algunas pinturas del genio aragonés e imágenes de archivo en blanco y negro de archivo. La narración de Atkine comienza con los años finales en la vida del artista poniendo su foco en los 5 últimos cuando tuvo que huir de España y refugiarse en Burdeos. La exhumación de sus restos para poder repatriarlos a España, la relación con su pareja en esa época y al mismo tiempo una de sus musas, Leocadia Zorrilla, que no estaba bien vista por su hijo Javier, que veía a esta mujer como un obstáculo para ser el destinatario de la herencia de su padre, y la desaparición de su cabeza, son algunos asuntos que se abordan en este documental que merece la pena, que recomiendo a los que quieran conocer algo más de la vida del artista con una historia de suspense detrás.

LO MEJOR: Es didáctica, intrigante y muy bien narrada. Una de los mejores largometrajes españoles estrenados este años.
LO PEOR: No aborda la vida profesional del artista, salvo en el tramo final del documental.

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