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España España · MADRID
Voto de WILLY74:
7
Drama Ucrania, año 1919. Es la historia de dos niños, uno cristiano y uno judío, cuya amistad logra sobreponerse a los prejuicios, el odio y el paso del tiempo en la devastación de Ucrania por la Revolución Rusa y la I Guerra Mundial.
16 de febrero de 2021
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace unos años se estrenó en los cines españoles una notable película titulada "Mandarinas (2013)", que logró colarse en el quinteto de nominadas al Óscar. Su responsable Zaza Urushadze es el director de esta película que filmó poco antes de morir a finales de 2019, y que tiene muchos elementos en común de la película por la que saltó a la fama internacional. Una pena que hayamos perdido a un director con dos propuestas tan interesantes.

La película adapta la novela escrita por Dale Eisler, que está inspirada en hechos reales sucedidos durante la Revolución rusa y la I Guerra mundial, con dos niños que son vecinos y amigos inseparables, que viven en un pequeño pueblo de Ucrania. Anton es católico y es el monaguillo, teniendo en cuenta que su tío es el cura de la localidad, mientras que Jakov es judío. La propuesta está narrada por este último ya de mayor, al que vemos en el prólogo que llega a una ciudad y se sienta en un parque, en donde recuerda lo vivido hace muchos años junto a su amigo Anton. En los últimos minutos se cerrará el círculo y conoceremos el motivo por el que Jakov ha viajado a esa ciudad.

A lo largo de sus poco más de 90 minutos la propuesta cuenta muchas cosas, y nos permite conocer cómo era la situación de la época en 1917 en una región en medio del conflicto, con unos ciudadanos enfrentados a otros, en donde salen a relucir el miedo, las traiciones o la venganza. En medio de todo ello aparecen en escena esos dos jóvenes con espíritu aventurero, que aprovechan cualquier lugar para esconderse dentro de la paja o en una cueva, que les permite alejarse del mundo de los adultos y vivir esos momentos de soledad e intimidad.

Con el paso de los minutos hay una evolución paralela de las tramas de los protagonistas y de las de los adultos, y las dos mantienen el interés hasta el final, con alguna que otra sorpresa, con algo de violencia inherente a los conflictos bélicos, y con un espíritu de superación que impregnan Anton y Jakov.

Una película que demuestra el nivel del cine filmado en los países de formaban parte de la extinta URSS, y que está muy bien dirigida por parte de Urushadze que mueve la cámara con naturalidad y sutileza.
La dirección de fotografía de Mikhail Petrenko es parte fundamental en el proyecto, gracias al cual nos permiten disfrutar de unas bellas imágenes naturales de los paisajes ucranianos.

Una película sencilla, que tiene algunas escenas de gran dureza, y otras de alegría, esperanza y compañerismo, que puede tener su público, que recomiendo a casi todo el mundo, excepto a los que se aburren con historias dramáticas que se desarrollan durante o después de un conflicto bélico.

LO MEJOR: Lo que cuenta y cómo lo cuenta. La dirección de Zaza Urushadze y la fotografía.
LO PEOR: Cuesta identificar a algunos personajes. Me quedé con ganas de conocer algo más de algunos personajes secundarios.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net y https://www.estrenosdecine.online/
WILLY74
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