Estamos ante la típica mierda de serie Z que sacabas del video club y te estabas acordando del tío del mostrador una semana. Bien, el argumento, para que nadie se lleve a engaños es un señor que se pone a escribir una tesis sobre el intercambio comercial entre EEUU y Méjico en los años 30 (cágate el guionista la ocurrencia que tuvo), a partir de ahí, sin saber cómo ni por qué descubre una cinta de 8 mm. con un extraño ritual que parece hecho por una secta satánica.

Vale, hasta ahí podría estar hasta bien, creo que son los primeros 20 o 25 minutos, lo malo es que todavía nos queda más de una hora de -falso- documental sin píes ni cabeza y diálogos que casi mejor aconsejo verla sin sonido.

Hora y media para los estómagos más resistentes.