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Voto de Juan Ignacio :
8
Serie de TV. Drama. Thriller Miniserie de TV (2019). 4 episodios. Quince años después de la violenta muerte de su hijo, Anna Dean es acusada de revelar a través de Internet la identidad del asesino, y de conspirar para asesinarlo. Por un lado está Craig Myers, un hombre de familia que es víctima de un ataque violento tras haber sido identificado en Internet como un asesino de niños. En el otro lado está Anna Dean, cuyo hijo fue asesinado hace 15 años. A ella se le ... [+]
9 de junio de 2019
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Craig Myers (James Harkness), un hombre de 28 años, residente en la pequeña localidad escocesa de Port Glasgow, casado, con una hija de 6 años, es brutalmente atacado al abrir la puerta de su casa en la noche de Halloween de 2017 por un individuo disfrazado. Dos horas antes del ataque, Myers, había sido señalado en internet como Eddie J. Turner quien, 14 años antes, asesinó en Edimburgo a Liam Graham, un niño de 9 años. La policía identificará rápidamente a la autora de la acusación pública en las redes sociales, se trata de Anna Dean (Kelly MacDonald), la madre de Liam quien, desde la muerte de su hijo, no ha cejado en su empeño de dar a conocer la identidad del asesino que, tras pasar 7 años entre reformatorios y prisión, quedó en libertad con una personalidad falsa y desconocida para todo el mundo. Anna Dean, 6 meses después del señalado 31 de Octubre de 2017, es juzgada como incitadora de asesinato hacia la persona de Craig Myers quien, según la policía, no fue el autor de la muerte de su hijo; tampoco es su identidad lo que se juzga.

Miniserie de producción británica, dividida en 4 capítulos, dirigida por Niall McCormick, reconocido director de series de televisión, y escrita por Rob Williams, habitual guionista, igualmente, de series televisivas.

De suspense y de juzgados se podría catalogar esta miniserie que en sus tres primeros episodios se centra en el juicio de Anna Dean; y al albur de las declaraciones que en él se van produciendo, en flashbacks, se mostrará al espectador toda la trama en su presentación y nudo. Para el desenlace queda el último capítulo. Quizá el uso, y casi abuso, del flashback sea lo peor de este producto, o lo único malo; a mi parecer, el flashback es un recurso adecuado en su justa medida; cuando su utilización se hace excesiva puede llegar a lograr que lo fundamental se convierta en accesorio y viceversa, además de conseguir, en este caso, que algunas secuencias puedan resultar reiterativas. Por lo demás estamos ante una obra con un guion brillante y una dirección eficaz que sabe dosificar muy bien el enigma, en situación siempre creciente, al tiempo que expone con dinamismo (producto también de una excelente labor de montaje) el dilema moral que supone las dos visiones: la de la madre de la víctima y la del culpable, aquí más presunto que nunca, que en cualquier caso ya pagó su deuda con la ley y ahora ha sido puesto en peligro de muerte y destrozada su vida laboral, personal y familiar. Niall McCormick, para todo lo anterior, se sirve, muy acertadamente, de numerosos primeros planos de los protagonistas, incluido el detective que lleva el caso, Stephen Grover (John Hannah) quien, por circunstancias especiales en su vida reciente, se implica más que profesionalmente en él. Primeros planos que enmarcan meritoriamente la angustia de los personajes. Asimismo sabe jugar bien las bazas de la fotografía y el ambiente, muy oscuro (muchos nocturnos e interiores) en sus tres primeras partes, se torna mucho más luminosa en la última donde, efectivamente, de alguna manera, se ve la luz de la conclusión de la historia y del día.

En el apartado de las interpretaciones, al estar ante actores británicos (escoceses, los tres protagonistas, como sus papeles requieren, y que en nada disimulan sus fuertes acentos naturales) casi resulta obvio decir que son brillantes.
Juan Ignacio
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