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Voto de Juan Ignacio :
7
Drama Una famosa actriz iraní recibe el video inquietante de una joven pidiendo su ayuda para escapar de su familia conservadora. Entonces pide a su amigo, el director de cine Jafar Panahi, que le ayude a entender si se trata de una manipulación. Juntos, emprenden camino hacia la aldea de la chica en las remotas montañas del Noroeste, donde las tradiciones ancestrales continúan rigiendo la vida local.

7 de julio de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Behnaz Jafari, actriz, sobre todo de series televisivas, muy célebre en Irán, recibe en su teléfono móvil un inquietante vídeo de una seguidora adolescente y pide ayuda a Jafar Panahi para encontrar a la muchacha quien reside en una apartada zona del noroeste de su país, próxima a la frontera con Turquía y Azerbaiyán.

Jafar Panahi continúa padeciendo la condena, por parte de las autoridades de su país, de arresto domiciliario y prohibición de hacer cine. En la realidad, según podemos comprobar, dichas penas se encuentran rebajadas, si bien tiene prohibido abandonar su país, y lo de hacer cine lo tiene muy limitado. Desde que se le aplicó el fallo, tras pasar incluso por prisión (todo su proceso comenzó al ser detenido por asistir al entierro de la manifestante Neda Agha-Soltan, asesinada durante las manifestaciones tras las elecciones generales de 2009), esta es la primera película de ficción que realiza, pues las tres anteriores: 'Esto no es una película', 'Pardé' (rodadas clandestinamente) y 'Taxi Teherán', en realidad son documentales.

Aunque 'Tres caras' sea una película de ficción Panahi, Jafari y el resto de actores se dan vida a sí mismos; y con guion escrito junto a Nader Saeivar, Panahi pone en escena una historia de cerrazón ancestral, en una parte muy aislada de su país, que demuestra la difícil situación de la mujer aún hoy en día en Irán, al menos, en el más impenetrable. Para ello se vale de la actriz Behnaz Jafari, centro y eje del argumento, que con una gran interpretación encarna el aire de una trama llena de dolor en el que una niña de 14 años trata de luchar por estudiar arte dramático, algo para lo que ya ha sido admitida cuando, a escondidas, se presentó a la selección. Sin olvidarnos del caso paralelo de la anciana actriz repudiada. En realidad es la lucha de una mujer por tratar de abandonar el ambiente opresivo de donde vive desde que ha nacido, en el cual el único futuro que la espera es el de verse casada con quien su padre quiera, a quien si se le va la hija, se le va la posibilidad de cobrar su dote.

Una película de un gran director, muy lúcida y todavía más ácida. No estamos ante el Irán rural y lírico que Kiarostami filmó, y del que Panahi llegó a ser ayudante de dirección, sino ante uno auténticamente cruel donde el drama, dada la mentalidad de los hombres que lo habitan, se da a diario y la tragedia muy a menudo.
Juan Ignacio
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