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Voto de Delushi Kong7:
4
Serie de TV. Animación. Comedia. Drama
Serie de TV (2016). 13 episodios. Adaptación al anime de una famosa serie de CDs de música y novelas radiofónicas sobre los doces meses del año en forma humana. Dos grupos enfrentados, los ídolos de "Six Gravity" (compuesto por los meses de Diciembre a Mayo) y los ídolos de "Procellarum" (compuesto por los meses de Junio a Noviembre) batallarán para conseguir el primer puesto en los escenarios de Japón. ¡Música a raudales y chicos ... [+]
2 de septiembre de 2022
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Pues aparentemente Tsukiuta es una banda de personajes ficticios japoneses que graban singles y dan conciertos en la forma de dos bandas rivales de idols, formados por 6 chicos cada una que representan los 12 meses del año. Cada personaje es un Vocaloide que a la vez es un actor de doblaje (o seiyū, como se conocen en el país nipón). Para ganar popularidad pues tienen juegos, mangas y anime. Pensad en algo así como si se les ocurriera la feliz idea de hacer una serie de Hatsune Miku, que fuera interpretada por el propio software de Hatsune Miku y que siguiera las aventuras del personaje por el mundo haciendo lo que le saliera de las coletas.
Explico esto porque la serie 12 con ritmo (Tsukiuta. THE ANIMATION en el original) no tiene mucho interés en hacerlo, ya que te planta a los personajes que debes conocer de antemano y la trama pues casi también es mejor que te la mires en una web de anime. Básicamente las dos bandas rivales Six Gravity y Procellarum, que afortunadamente rompen el estereotipo y van de buen rollo siempre respetándose como competidores, viven en un bloque de edificios exclusivo para idols y deciden que por primera vez en su historia van a dar un concierto juntos alegrando a todos sus fans. Así que la serie ve su día a día mientras se preparan para este acontecimiento estelar.
Lo primero es decir lo bueno: aunque no soy un entusiasta de los idols japoneses (como me explayaré más tarde en la crítica) admito que me he dejado encandilar por las canciones, es su punto fuerte y sabe aprovecharlo. Los dos openings son muy pegadizos y tienen una gran variedad de voces, dándole un aire original a los temas. Hay muchos temas, especialmente contando los numerosos endings y el episodio final (que de nuevo hablaré luego de él en profundidad).
Y aquí acaba lo bueno. 12 con ritmo dura 13 episodios y para la mitad ya estaba harto; intentaba conectar con lo que me querían contar pero seguramente el género no está hecho para mí, simplemente me ha parecido un vacío espectacular con terrible desarrollo de personajes, nulo valor artístico y un mero escaparate para que las niñas japonesas compren los discos de la productora. Las caras bonitas de las bandas, por lo que tengo entendido, han logrado ese trabajo. Si este es tu estilo de serie me alegro por ti, pero necesito desahogarme e intentar explicar por qué el anime de Tsukiuta me parece tan prescindible y olvidable.
Para empezar, volviendo con lo de Miku, pensándolo bien no sería tan mala idea: como solo tiene una protagonista, al menos la serie tendrá menos problemas en intentar darle una personalidad. 12 con ritmo lógicamente está protagonizada por 12 idols masculinos cuyas personalidades oscilan entre el joven entusiasta, el líder estoico, el tímido retraído, el chulito guaperas y el trabajador invisible. ¿Cuál es cuál? No tengo ni idea, salvo alguna cara más única todos me parecen iguales. Hay tres o cuatro chicos rubios y sigo sin saber cuál es cuál. Es imposible darle una personalidad a cada uno porque como la serie es tan corta intentan repartir a uno de los chicos como "protagonista" de un episodio, pero a veces son 2 por episodio, o 3, o los 12, los guionistas no saben equilibrar la importancia de cada uno. Uno pensaría que a lo mejor el líder de cada banda es el auténtico prota de la serie, pero también tienen solo un episodio para cada uno. ¿Y entonces cuál es el papel de los chicos en el resto de episodios en los que no son protagonistas? Ahí está el problema, cuando ya han tenido su supuesto desarrollo permanecen como extras de fondo que no suelen aportar nada a la serie. Finalmente, cuando llega el último concierto, nos damos cuenta de que no sabemos apenas nada de nadie, por mucho que nos quieran poner flashbacks para recordar los "buenos momentos".
Si al menos los episodios son divertidos no hay tanto problema, ¿verdad? Volvemos a los problemas. Tomemos el primer episodio: un niño pequeño tiene que ir a una firma en lugar de su hermana enferma pero odia este género para niñas, pero cuando finalmente se hace amigo de uno de los idols empieza a enamorarse del mundillo. ¿Lección de no dejarse fiar de las apariencias? Bueno, pero el chico no vuelve a salir salvo en un par de cameos al final de la serie. El enfoque nos ha distraído completamente y ya no se sabe por dónde va a tirar el resto de la serie. Luego tenemos capítulos donde los idols se ven envueltos en divertidos entuertos cuando tienen que trabajar en una tienda, o rodar una serie, o grabar voces para un anime de mechas, o escapar de una isla a la que se habían ido a explotar el "episodio de la playa", o espiar a los compañeros durmiendo para un reality show (wtf)... Pero el humor es súper soso, más preocupado en que los propios personajes se rían antes que el espectador y en que los chicos guapos acaben sutilmente junto a los otros chicos guapos porque yaoi, solo tienen un chiste. Oh, se me olvida el otro género que se une a sitcom, drama y musical: ciencia ficción. Hay una banda en el mismo edificio de chicas que todo el tiempo eran alienígenas lunares disfrazados para espiar la Tierra. ¿Qué aporta a la trama principal? Salen en un capítulo y hablan con uno de los chicos tímidos y eso aparentemente explora su personalidad. Pero una vez más las chicas desaparecen del anime y solo regresan en un cameo final, dejando la incógnita de si era necesario incluir un elemento sobrenatural en esta serie de idols (además de que uno de los protas a veces nos dan a entender que es psíquico, pero de nuevo no se vuelve a referenciar además de en chistes esporádicos). Sé que se suele usar a la ligera el término de relleno en el anime, pero maldita sea si en estos 13 episodios el 90% se sienten como un infierno de nada.
SIGUE EN SPOILERS POR FALTA DE ESPACIO. HABLO DEL ÚLTIMO EPISODIO DE LA TEMPORADA.
Explico esto porque la serie 12 con ritmo (Tsukiuta. THE ANIMATION en el original) no tiene mucho interés en hacerlo, ya que te planta a los personajes que debes conocer de antemano y la trama pues casi también es mejor que te la mires en una web de anime. Básicamente las dos bandas rivales Six Gravity y Procellarum, que afortunadamente rompen el estereotipo y van de buen rollo siempre respetándose como competidores, viven en un bloque de edificios exclusivo para idols y deciden que por primera vez en su historia van a dar un concierto juntos alegrando a todos sus fans. Así que la serie ve su día a día mientras se preparan para este acontecimiento estelar.
Lo primero es decir lo bueno: aunque no soy un entusiasta de los idols japoneses (como me explayaré más tarde en la crítica) admito que me he dejado encandilar por las canciones, es su punto fuerte y sabe aprovecharlo. Los dos openings son muy pegadizos y tienen una gran variedad de voces, dándole un aire original a los temas. Hay muchos temas, especialmente contando los numerosos endings y el episodio final (que de nuevo hablaré luego de él en profundidad).
Y aquí acaba lo bueno. 12 con ritmo dura 13 episodios y para la mitad ya estaba harto; intentaba conectar con lo que me querían contar pero seguramente el género no está hecho para mí, simplemente me ha parecido un vacío espectacular con terrible desarrollo de personajes, nulo valor artístico y un mero escaparate para que las niñas japonesas compren los discos de la productora. Las caras bonitas de las bandas, por lo que tengo entendido, han logrado ese trabajo. Si este es tu estilo de serie me alegro por ti, pero necesito desahogarme e intentar explicar por qué el anime de Tsukiuta me parece tan prescindible y olvidable.
Para empezar, volviendo con lo de Miku, pensándolo bien no sería tan mala idea: como solo tiene una protagonista, al menos la serie tendrá menos problemas en intentar darle una personalidad. 12 con ritmo lógicamente está protagonizada por 12 idols masculinos cuyas personalidades oscilan entre el joven entusiasta, el líder estoico, el tímido retraído, el chulito guaperas y el trabajador invisible. ¿Cuál es cuál? No tengo ni idea, salvo alguna cara más única todos me parecen iguales. Hay tres o cuatro chicos rubios y sigo sin saber cuál es cuál. Es imposible darle una personalidad a cada uno porque como la serie es tan corta intentan repartir a uno de los chicos como "protagonista" de un episodio, pero a veces son 2 por episodio, o 3, o los 12, los guionistas no saben equilibrar la importancia de cada uno. Uno pensaría que a lo mejor el líder de cada banda es el auténtico prota de la serie, pero también tienen solo un episodio para cada uno. ¿Y entonces cuál es el papel de los chicos en el resto de episodios en los que no son protagonistas? Ahí está el problema, cuando ya han tenido su supuesto desarrollo permanecen como extras de fondo que no suelen aportar nada a la serie. Finalmente, cuando llega el último concierto, nos damos cuenta de que no sabemos apenas nada de nadie, por mucho que nos quieran poner flashbacks para recordar los "buenos momentos".
Si al menos los episodios son divertidos no hay tanto problema, ¿verdad? Volvemos a los problemas. Tomemos el primer episodio: un niño pequeño tiene que ir a una firma en lugar de su hermana enferma pero odia este género para niñas, pero cuando finalmente se hace amigo de uno de los idols empieza a enamorarse del mundillo. ¿Lección de no dejarse fiar de las apariencias? Bueno, pero el chico no vuelve a salir salvo en un par de cameos al final de la serie. El enfoque nos ha distraído completamente y ya no se sabe por dónde va a tirar el resto de la serie. Luego tenemos capítulos donde los idols se ven envueltos en divertidos entuertos cuando tienen que trabajar en una tienda, o rodar una serie, o grabar voces para un anime de mechas, o escapar de una isla a la que se habían ido a explotar el "episodio de la playa", o espiar a los compañeros durmiendo para un reality show (wtf)... Pero el humor es súper soso, más preocupado en que los propios personajes se rían antes que el espectador y en que los chicos guapos acaben sutilmente junto a los otros chicos guapos porque yaoi, solo tienen un chiste. Oh, se me olvida el otro género que se une a sitcom, drama y musical: ciencia ficción. Hay una banda en el mismo edificio de chicas que todo el tiempo eran alienígenas lunares disfrazados para espiar la Tierra. ¿Qué aporta a la trama principal? Salen en un capítulo y hablan con uno de los chicos tímidos y eso aparentemente explora su personalidad. Pero una vez más las chicas desaparecen del anime y solo regresan en un cameo final, dejando la incógnita de si era necesario incluir un elemento sobrenatural en esta serie de idols (además de que uno de los protas a veces nos dan a entender que es psíquico, pero de nuevo no se vuelve a referenciar además de en chistes esporádicos). Sé que se suele usar a la ligera el término de relleno en el anime, pero maldita sea si en estos 13 episodios el 90% se sienten como un infierno de nada.
SIGUE EN SPOILERS POR FALTA DE ESPACIO. HABLO DEL ÚLTIMO EPISODIO DE LA TEMPORADA.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Otro problema a priori menor es el técnico. Dejando de lado la banda sonora, que como he dicho es el único punto positivo, los dibujos son absolutamente normales, sin destacar. Es una animación simple y sin artificios y ni siquiera muy buena, que a veces se siente sobrecargada y otras veces vacía. Salvo en los números musicales, que están en CGI. Y llamadme tiquismiquis pero me ha parecido un CGI espantoso, horrible de mirar. No abusan de él e imagino que es porque saben que no es bueno.
Y la guinda del pastel: episodio final. Cuando crees que no puede ir a peor, va a peor. Solo queda un episodio que han estado más o menos preparando durante toda la temporada, el concierto conjunto de Six Gravity y Procellarum que tanto cambiará el mundo. ¿Qué ocurrirá de mágico en este concierto único? Pues que logran su objetivo, cantando muchas canciones y entusiasmando a sus fans. Y yo no soy uno de ellos. Porque literalmente cada uno de los 12 miembros tienen un single y lo cantan tal cual. Que duran 30 segundos, pues vale, pero 12 singles tal cual. Y con las letritas abajo que salen en los videoclips. Y al final hacen una canción nueva conjunta y se acaba la serie. Olé olé y olé. El final de la serie simplemente es un anuncio del nuevo disco de Tsukiuta, y es cuando me he dado cuenta de que básicamente lo único que buscaba el anime era comprar a nuevas fans con unos personajes muy guaperas y voces bonitas, no en crear una historia de ningún tipo. Ya no digo decente, de ningún tipo. Y lo más triste es que no me siento estafado, porque siento que todas las pruebas estaban ahí.
No sé si las series de idols serán todas iguales, pero ya no vuelvo a caer en la trampa. Y eso que el mundillo puede dar lugar a historias más decentes: recuerdo pasarlo bien con Fancy Lala (una niña que por arte de magia se convierte en adulta y aspira a ser idol) y el paso a la madurez que explora Satoshi Kon en Perfect Blue (donde la protagonista deja de ser idol para convertirse en actriz con aterradoras consecuencias) es una pasada. Pero no pienso acercarme a la temporada 2 de Tsukiuta. THE ANIMATION. ¿De verdad necesitan venderme otro disco?
Yo os respeto si este es vuestro género, de verdad. Solo quiero dejar constancia de que hay cosas que no están hechas para todo el mundo, y 12 con ritmo es sin duda una de ellas. Si os importa un bledo el sentido común y la historia, así como el humor o la animación, y buscáis series con canciones pegadizas, caras bonitas clónicas y mucho yaoi encubierto, estoy seguro de que podréis uniros a la fandom de este anime sin ningún problema. En cuanto a mí, voy a pedirle a Hatsune Miku que se dedique a la literatura fantástica y no se acerque a la televisión. Por si las moscas...
Y la guinda del pastel: episodio final. Cuando crees que no puede ir a peor, va a peor. Solo queda un episodio que han estado más o menos preparando durante toda la temporada, el concierto conjunto de Six Gravity y Procellarum que tanto cambiará el mundo. ¿Qué ocurrirá de mágico en este concierto único? Pues que logran su objetivo, cantando muchas canciones y entusiasmando a sus fans. Y yo no soy uno de ellos. Porque literalmente cada uno de los 12 miembros tienen un single y lo cantan tal cual. Que duran 30 segundos, pues vale, pero 12 singles tal cual. Y con las letritas abajo que salen en los videoclips. Y al final hacen una canción nueva conjunta y se acaba la serie. Olé olé y olé. El final de la serie simplemente es un anuncio del nuevo disco de Tsukiuta, y es cuando me he dado cuenta de que básicamente lo único que buscaba el anime era comprar a nuevas fans con unos personajes muy guaperas y voces bonitas, no en crear una historia de ningún tipo. Ya no digo decente, de ningún tipo. Y lo más triste es que no me siento estafado, porque siento que todas las pruebas estaban ahí.
No sé si las series de idols serán todas iguales, pero ya no vuelvo a caer en la trampa. Y eso que el mundillo puede dar lugar a historias más decentes: recuerdo pasarlo bien con Fancy Lala (una niña que por arte de magia se convierte en adulta y aspira a ser idol) y el paso a la madurez que explora Satoshi Kon en Perfect Blue (donde la protagonista deja de ser idol para convertirse en actriz con aterradoras consecuencias) es una pasada. Pero no pienso acercarme a la temporada 2 de Tsukiuta. THE ANIMATION. ¿De verdad necesitan venderme otro disco?
Yo os respeto si este es vuestro género, de verdad. Solo quiero dejar constancia de que hay cosas que no están hechas para todo el mundo, y 12 con ritmo es sin duda una de ellas. Si os importa un bledo el sentido común y la historia, así como el humor o la animación, y buscáis series con canciones pegadizas, caras bonitas clónicas y mucho yaoi encubierto, estoy seguro de que podréis uniros a la fandom de este anime sin ningún problema. En cuanto a mí, voy a pedirle a Hatsune Miku que se dedique a la literatura fantástica y no se acerque a la televisión. Por si las moscas...