Una película extraña y provocativa, de un muy joven Salvatore Sampieri, antes de MALIZIA
En blanco y negro y con una atípica banda sonora de Ennio Morricone, tiene como protagonista a un joven amargado, misántropo y manipulador, hijo de un millonario industrial pero que no quiere asumir su condición y se refugia en una fingida parálisis y en una conducta agresiva e hiriente hacia familiares y conocidos.
Se salva de esta mortificación su tía, una bella doctora que le muestra cariño y que se aburre con un pomposo y verborreico novio periodista de TV.
Por vacaciones de los padres el adolescente queda a cargo de la tía, el novio se ausenta y tía y sobrino se embarcan en una espiral de jugueteo pueril y erótico que los aísla en un mundo propio y excluyente hasta un inesperado pero consecuente final.
Ví esta cinta a los 20 años y me fascinó la belleza de Lisa Gastoni.
Ahora me impactó el nihilsmo y rebeldía de los '60s que destila la película
Por ambos factores la encuentro rescatable