Es verdad, es un gran corto, con gran moraleja-metáfora.
En sí, lo que pude apreciar e interpretar fue, en una corta frase "ninguna ley de nación sabe de la ley de la vida". Hay muchas cosas, quizá infundadas y más basadas en nociones y corazonadas, que no importan aparentemente y estoy seguro que más de una persona ha tenido el presentimiento, en un caso de la vida real, sobre tragedias y demás miserias futuras.
Creo que lo superlativo está en la lograda animación: sombría, oscura y desoladora, de hecho creo que el capitalismo nos va convirtiendo poco a poco en esos seres robóticos que se mueven en masas sin saber donde ni porqué, y mucho menos de poder disfrutar el simple respirar.
Brillante.

PD: lamento haberme puesto algo sentimental pero es el resultado de este gran corto...